Madrecita, hoy todos los hijos le decimos a las mamitas: madre, eres la mejor madre del mundo, te amo... (Foto: ThomasHawk/Flickr)
Madrecita:
Hoy todos los hijos le decimos a las mamitas, “madre, eres la mejor madre del mundo, te amo.” Sabemos que esta expresión les hace felices, pero aunque el sentimiento es genuino, tenemos que reconocer que nuestros hechos difieren mucho de lo que es el verdadero amor hacia una madre.
Por el sentimiento de amor estamos dispuestos hasta golpear y ser golpeados cuando alguien llegue a hablar en contra tuya, pero por nuestro comportamiento día a día en la mayoría de los casos trayendo tristeza y no felicidad nos hace mentirosos cuando decimos “Te amo”.
Entonces, madre mía, para reconocer que ahora sí hay amor de Dios en mi hacia ti, mi “feliz día madrecita” no tiene que ser de otra forma sino pidiendo perdón: perdón por las lágrimas que te hice derramar, perdón por haberte deshonrado defraudándote en muchos momentos, perdón por haberme enojado contigo, perdón por haberte gritado, perdón por haberte despreciado, perdón por no haber escuchado aquellos consejos que sin duda me traerían bien y no mal, perdóname por nunca haberte retribuido todo el bien que Dios trajo a mi vida por medio de ti.
Yo sé que por tu amor de madre me puedes decir: “No es nada hijo”, pero para mí, como hijo, es muy importante delante de Dios, habiéndole pedido perdón a Él primero con la absoluta confianza de que él me perdonó conforme a su fidelidad y me limpió con la preciosa sangre de Cristo, pedirte perdón.
Madre mía, instrumento de Dios para traerme a este mundo, mi Señor te bendiga y te guarde; mi Señor haga resplandecer su rostro sobre ti, y tenga de ti misericordia; mi Señor alce sobre ti su rostro, y ponga en ti paz.
Feliz día madrecita.