2. Dios no es ninguna viejita

2. Dios no es ninguna viejita

¡No señor! Dios no se parece ni esto a una viejita. Pero para que entiendan lo que sí es, les voy a contar el cuento de la viejita Magda.

 

 

Resulta que la viejita Magda vivía en un pueblito llamado Chía. Era una viejita muy querida y a los niños les gustaba muchísimo ir a visitarla. Era la única viejita Magda que había, porque ninguna otra tenía ese nombre... y ninguna otra era TAN, TAN rara.

Imagínense que la viejita Magda no dormía en una cama sino en un lavadero sin agua. Al desayuno no comía huevos con jamón, sino huevos con jabón. Nadie más hacia eso. Nadie más tenía como ella el pelo azul y los ojos cuadrados. Era la única. Era la única que se vestía con vestidos de oreja de elefante y zapatos de cáscara de banano. Bastante rara la viejita, ¿cierto?

 

Dios no es ninguna viejita a

 

Además de ser la única que vivía así, vivía sola, sola, sola; en toda su casa no había ni la pata de una mosca que la acompañara.

¿Por qué? La viejita Magda era muy buena persona. Quería mucho a la gente. Siempre le brillaban de alegría sus ojos cuadrados cuando los niños iban a verla. Entonces, ¿por qué vivía tan solita? Sencillamente no necesitaba a nadie. No necesitaba que nadie le ayudara a cocinar sus huevos con jabón, ni hacer el aseo, ni a tender la cama en el lavadero sin agua. Ella solita hacia todo y lo hacía muy bien. Y cuando los niños la visitaban, les daba chocolate con torta que ella solita había preparado.

 

Dios No es ninguna viejita b

 

Pero, ¿qué tiene que ver la viejita Magda con Dios? ¿Acaso Dios es una viejita que come huevos con jabón? ¡No, no, no! De ninguna manera. Pero así como la viejita Magda era la única en muchas cosas, Dios también es el único en muchas cosas. No hay nadie, pero nadie, ni una sola persona, ni siquiera un presidente, que sea como Dios en estas cosas. Dios es el único, único.

 

Dios no es ninguna viejita c

 

Además, como la viejita Magda, Dios es solo. Él hace todo lo que quiere solo, sin la ayuda de nadie. No necesita que le ayude un robot, ni una computadora, ni un mecánico. No necesita a nadie, aunque, sí, le gusta estar con los que lo quieren.

La viejita Magda era sola y era la única. Dios también es solo y es el único. Bueno, pero si Dios no come huevos con jabón entonces, ¿qué es lo que hace? Si no es una viejita, ¿qué es? ¿Quieren saber? Sigan leyendo, entonces.


 

 

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