¿Qué hacemos ahora? (Sep, 2012)

BoletinSep2012

Se presentan a veces ciertas coyunturas como si todo hubiera llegado a su final, o como si se hubiera presentado un problema sin solución. (Foto: GotCredit/Flickr)

¿Qué hacemos? Hagamos "más de lo mismo". Más evangelio, más oración, más esfuerzo, más culto a Dios, más evangelización, más fidelidad en nuestros quehaceres diarios, más buenas obras, más amor al Señor y al prójimo, más de buscar el reino de Dios y el bienestar de la iglesia, más acciones de gracias, más confesión de nuestros pecados, más arrepentimiento, más descanso en Cristo, más meditación en su palabra, etc.

Dios sigue siempre lo mismo, su programa es el mismo, sus recursos aún abundan, su hermosura permanece, su salvación sigue eficaz. Así, pues, que le busquemos haciendo uso de todos los medios que ha provisto para encontrarlo.

Permanezcamos en Cristo. El salva perpetuamente a todos los que se acercan a Dios por medio de Él. Su sangre nos limpia de todo pecado. Por su muerte y su justicia somos justificados, sin condenación, con seguridad total y esperanza firme.

Andemos en el Espíritu, llenos de Él, consolados por sus promesas, prevenidos por sus advertencias, dejando que su palabra more en abundancia en nosotros.

Sí, con frecuencia nos encontramos en medio de crisis, crisis terribles a veces, incómodas siempre, inevitables, situaciones cuyas soluciones son más allá de nuestros limitados recursos. No debemos sorprendernos; Dios no es sorprendido jamás. Al ver Jesús la multitud de 5000 allá lejos de la ciudad, preguntó a Felipe, "¿De dónde compraremos pan para que coman estos?". El texto sagrado sigue, diciendo, "Pero esto decía para probarle [a Felipe], porque Él sabía lo que había de hacer". Y, lo hizo. Ninguno se quedó con hambre.

Así, pues, dejemos a Él la solución de la crisis, y sigamos nosotros en "más de lo mismo", más de lo que el Señor nos ha encomendado como responsabilidad nuestra en todo momento, en medio de la crisis también. Sí, por supuesto, sí, claro, tratemos el problema del momento, dediquemos tiempo extra al mismo, pero con "más de lo mismo", más de lo que anotamos arriba. "El día en que temo, yo en ti confío". "Busqué al Señor, y Él me respondió, y me libró de todos mis temores". "Más de lo mismo", pues. Lea todo el salmo 34.