Daniel indica el momento en que escribió su libro, en el versículo uno. Además, da el contexto religioso, en el versículo dos. Se indica que el libro fue escrito durante el año tercero del rey Joacim. Este rey fue títere del Faraón de Egipto, pero luego fue vasallo de Nabucodonosor.
Durante 23 años el profeta Jeremías estuvo hablando en contra del rey Joacim, pero él no escuchó. Así que Jehová envió las tropas de Babilonia para destruir a Jerusalén. El pueblo había puesto su confianza en la fuerza del Faraón y no en Dios, y por eso Dios soberanamente los entregó.
¿Estamos en pecado, así como Jerusalén lo estuvo? Nuestro Señor nos llama hoy al arrepentimiento. Que no nos suceda lo mismo que al pueblo en Jerusalén, y que nos llegue la disciplina de repente. Dios exige vidas santas de nuestra parte, porque Cristo murió por nosotros.