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Lección:

Jesús subió al cielo y algún día volverá, por eso lo esperamos. ¡Sí que seremos felices cuando nos encontremos con Él en las nubes! Pero es posible que ya no estemos vivos cuando Jesús venga. Los ancianos mueren, y eso también pasa a veces con los pequeños. Los apóstoles esperaban la venida de Jesús, y oraban para que Él viniera pronto, pero murieron antes. Dios decidió que así era mejor, y tal vez lo sea también para nosotros. Cuando morimos, nuestros cuerpos son enterrados en un cementerio, y si somos hijos de Dios, ¡nuestras almas van al cielo, donde gozaremos de nuestro Dios para siempre! Con la venida de Jesús Él nos dará otra vez un cuerpo, pero uno nuevo y mejorado. Muchísimos hijos de Dios han muerto, y sus almas están en el cielo con Jesús. Están felices allá; y están esperando ese maravilloso día cuando Jesús les dará cuerpos nuevos.

El apóstol Pablo, cuando era anciano, le escribió una carta a su amigo Timoteo, contándole que sabía que pronto moriría, y además le decía que quería irse. Y, ¿sabes por qué? Porque quería estar con Cristo, lo cual es muchísimo mejor que cualquier cosa que podamos imaginar. Aunque Dios nos ha dado cosas muy hermosas en este mundo, como nuestra familia, nuestros amigos, y todo lo que tenemos alrededor, el ir al cielo y estar con Jesús es muchísimo mejor. Así que no debemos tener miedo a morir. Si somos hijos de Dios, iremos al cielo y veremos a nuestro amado Salvador.

Referencia bíblica: Romanos 8:14-19. Versículo de referencia: Filipenses 1:23.

Instrucciones:

Se imprime el archivo, y los niños colorean libremente la imagen.

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Lección:

Dios nos mostró su gran amor al enviar a su Hijo amado, Jesús, para morir por nosotros. La Biblia nos dice que Dios nos cuida de día y de noche. No importa lo que pase, Él está siempre cuidándonos. Así como David, el pastor de ovejas, quién llegó a ser un gran rey. Este David escribió muchos salmos o cánticos. Uno de ellos, el Salmo 23, habla de Dios cuidando a sus ovejas. Cuando David era pastorcito, cuidó bien de sus ovejas, buscaba pasto para ellas, les daba agua limpia para que tomaran, buscaba sombra cuando calentaba el sol, las protegía de los osos o leones que quisieran comérselas, recogía las ovejas en el redil al caer la noche y se quedaba vigilándolas a la puerta del redil. David escribió el salmo pensando en que Dios cuidaba muy bien a sus ovejas, así como David cuidaba las suyas. Jesús mismo, un día dijo: “Yo soy el buen pastor” Y Jesús es un pastor muy bueno y especial. Él nos guarda siempre. Pero, ¿quiénes son las ovejas de Jesús? Todo el pueblo de Dios es oveja de Jesús. Jesús les cuida, así como David cuidó a sus ovejas. Niños y niñas son corderitos de Jesús, Él nos ama y nos guarda. Cuando recordamos que Él nos ama, podemos ser felices, aunque estemos enfermos o en tiempos difíciles. También podemos ser felices cuando es tiempo de morir e ir al cielo, porque allá veremos a nuestro buen pastor.

Instrucciones:

Basados en la escena del dibujo, los niños colorean al pastor y a sus ovejas.

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Lección:

Dios hizo a Adán y a Eva, y los puso en un jardín hermoso, para hacerlos felices. Pero ellos pecaron, desobedecieron a Dios. Si bien Dios pudo haberles dicho que ya no eran dignos de tener cosas bonitas, y que les quitaría todo; en su lugar, cuando los sacó del jardín y les dijo que ahora tendrían que trabajar duro, también les dejó muchas cosas buenas y agradables, para que las disfrutaran. Así como Dios fue bueno con nuestros primeros padres, también lo es con nosotros. Y, ¿por qué? Porque nos ama, a pesar de que pecamos contra Él todos los días. Entonces, ¿cuál debe ser nuestra respuesta ante Su amor? Debemos amarle mucho, darle las gracias por todo y alabarle. Él se agrada de que le amemos. Dios nos da muchas cosas buenas, nos colma de bendiciones, todo el tiempo. Nos da muchas personas que nos aman y que nos cuidan, nos da los alimentos, la ropa, el sol, la lluvia, las aves, las flores, y muchas cosas más... todos estos son regalos de Dios para nosotros.

Instrucciones:

Basados en la escena del dibujo, los niños van coloreando las cosas que reconocen que han recibido del Señor, sin merecerlo.

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Lección:

Dios, el gran Rey sobre todo, tiene a los ángeles como sus servidores, todo el tiempo. Ellos fueron creados por Dios mismo, para que lo alaben. Aun cuando son espíritus, en pocas ocasiones, Dios ha permitido que algunas personas los vean, como los pastores, cuando nació Jesús. Si bien son invisibles, sabemos que a veces Dios los envía para ayudarnos y guardarnos.
Por ejemplo, la Biblia nos cuenta la historia de un hombre valiente, llamado Daniel, quien tuvo problemas serios por orar a Dios. El rey de Babilonia dijo que nadie debía orar, y que si desobedecían serían echados en el foso de los leones. Cuando Daniel oyó de la ley, prefirió obedecer a Dios, e hizo lo que siempre había hecho: orar a Dios, cerca de una ventana, de rodillas, tres veces al día. Fue en ese momento cuando unos hombres malos, que odiaban a Daniel corrieron a avisarle al rey lo que él hacía. Esto puso muy triste al rey, porque amaba a Daniel, y aun así no podía permitir que desobedecieran su orden. Entonces mandó a traer a Daniel y lo echaron en el foso de los leones.
Los leones vinieron corriendo a despedazar a Daniel. ¡Pero no pudieron tocar a Daniel! Aunque tenían hambre y querían acabar con él, Dios mandó a un ángel para alejarlos de Daniel. En la mañana, el rey miró hacia el foso, y llamó tristemente a Daniel diciendo: “¿pudo tu Dios salvarte?”, y Daniel contestó: “Mi Dios mandó a su ángel para cerrar las bocas de los leones.”
Dios manda a sus ángeles para cuidarnos. No podemos verlos, pero sabemos que guardan nuestros caminos, porque eso es lo que dice la Biblia. Referencia bíblica: Daniel 6:16-23. Versículo de referencia: Salmos 91:11

Instrucciones:

Se imprime el archivo, y los niños colorean libremente la imagen.

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Lección:

En la lección pasada vimos que todos somos pecadores y por tanto todos debemos ser castigados. Aun así, Dios salva a algunos, como hizo con la familia de Noé, en el arca. Esta historia es maravillosa, pero hay una aun más maravillosa: ¡Dios nos salva! ¿Y cómo lo hace? Él mandó a su Hijo, a su propio Hijo, a sufrir el castigo que nosotros merecíamos. Dios castigó nuestros pecados en Jesús cuando Él murió en la cruz. La Biblia nos cuenta cómo Jesús vino al mundo como un bebé, cómo María su madre lo acostó en un pesebre, cómo un ángel se apareció a un grupo de pastores y les dio la noticia maravillosa: “Ha nacido hoy, en la ciudad de David, un Salvador, que es Cristo el Señor”, y luego, cómo una multitud de ángeles del cielo se aparecieron a los pastores cantando: ¡Gloria al Señor! Los pastores fueron corriendo a ver al Salvador, al niño Jesús y sintieron mucho gozo.
Luego la Biblia nos cuenta cómo vivió Jesús en el mundo, alrededor de 30 años, haciendo muchas cosas buenas, curando enfermos, dando vista a los ciegos. E hizo la cosa más maravillosa de todas: se dio a sí mismo para morir por nosotros. Murió en la cruz para pagar todos nuestros pecados. Sufrió el castigo que nosotros merecíamos.
¡Cuán grande es Dios! ¡Cuánto nos ama! Envió a su Hijo Jesús para morir por nosotros. Y ahora Dios nos da la vida eterna a todos los que creemos en Jesús. Viviremos con Él para siempre, para amarle y servirle, y para ser felices con Él, siempre felices. Referencia bíblica: Lucas 2:8-18. Versículo de referencia: Romanos 6:23b.

Instrucciones:

Se recortan tres corazones: uno en papel negro, otro en papel rojo, y otro en papel blanco. Se unen con una grapa o un cordón, haciendo un librito. Se puede colocar el versículo para memorizar en el corazón blanco. El corazón negro representa nuestro corazón cuando nacemos, lleno de pecado, y por el cual merecemos ser castigados. El corazón rojo representa el corazón lavado con la sangre de Cristo, para el perdón de pecados. El corazón blanco muestra el corazón sin pecado, después del lavamiento y el perdón de Cristo.

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Lección:

Sabemos que Dios nos ama y nos cuida, pero ¿por qué tenemos dificultades, enfermedades y dolor? ¿es que Dios se ha olvidado de cuidarnos? ¡Por supuesto que no! Hasta las dificultades vienen para nuestro bien. La Biblia nos cuenta de un joven llamado José. Él tuvo muchas dificultades, pero todo lo que le pasó resultó pasa su bien y el de todo el pueblo de Dios. José tuvo 10 hermanos mayores que lo trataban ásperamente y con envidia, porque su padre le amaba mucho. Un día su padre Jacob lo mandó a ver cómo estaban sus hermanos. Él obedeció y se fue a buscarlos. Ellos lo vieron a lo lejos e idearon un plan para matarlo. Lo metieron en un hueco, y finalmente lo vendieron como esclavo a unos comerciantes que iban para Egipto. Le dijeron a su padre que un animal lo había matado. Mientras tanto José llegó a Egipto y estuvo como esclavo muchos años. Un día Jacob envió a sus hijos a Egipto, porque no había comida en la tierra, y había oído que había abundancia en Egipto. Allí había un hombre, que era el segundo después del rey, y este los trató con enojo, y les dijo que eran espías e hizo encarcelar a uno de ellos. Tenían mucho miedo y decían que eso les había pasado por haber vendido a José. Pero ese hombre en Egipto era el mismo José, su propio hermano. Al final les dijo que él era José, que no tuvieran miedo, que ellos habían hecho mal, pero Dios lo cambió para bien, para que hubiera comida suficiente para ellos y para que no murieran de hambre. Todas las dificultades que José tuvo resultaron en bien para él y su familia. ¡Incluso las dificultades son para nuestro bienestar, porque Dios nos ama! Referencia bíblica: Génesis 45:1-8. Versículo de referencia: Romanos 8:28.

Instrucciones:

Se colorea libremente cada uno de las dibujos, se recortan y se pegan, según indica el archivo editable, para seguir la historia de José.

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Lección:

El pecado entró al mundo cuando Adán y Eva pecaron. Y en lugar de mejorar, sus descendientes seguían siendo malos. Sin embargo, Dios, en su paciencia y amor, no los castigó enseguida, sino que esperó un largo tiempo. Pero llegó un día en que sólo la familia de Noé trataba de ser obediente al Señor. Fue en ese momento cuando Dios anunció que destruiría la tierra, y le dijo a su siervo Noé que hiciera un arca, es decir, un barco muy grande. Dios iba a enviar un diluvio que cubriría con agua a todo el mundo. Noé y su familia demoraron mucho construyendo el arca, y les dijeron a sus vecinos que el diluvio vendría, pero ninguno creyó. Una vez terminada el arca, Noé y su familia entraron, con los animales que Dios quiso salvar. El diluvio vino, tal como Dios dijo, y cubrió con agua todas las casas, los árboles y las montañas. Todos los que estaban fuera del arca se ahogaron. Sólo los que estaban dentro del arca se salvaron. Ese fue un castigo terrible. De manera similar, la Biblia dice que todo pecador que no se arrepienta, perecerá. Dios es muy santo, Él no tiene pecado; es puro y bueno, y por tanto quiere que seamos como Él. Por eso no permite que continuemos en el mal, y nos reprende. Cuando desobedecemos a papá y mamá, pecamos contra ellos, y también contra Dios, porque Él quiere que los niños obedezcan a sus padres. El pecado es malísimo. Cuando somos malos y no obedecemos, tenemos que ser castigados. La reprensión nos hace buenos. Referencia bíblica: Génesis 8:6-16. Versículo de referencia: Romanos 6:23.

Instrucciones:

Para hacer el arca se requiere una cajita de cartón, un plato rectangular de icopor, y una hoja de papel de color café. Si se desea, se forra la cajita, simulando el color de la madera. Se ajusta la hoja de papel al tamaño de la caja, y se dobla para hacer el techo. El arca va sobre un papel azul, para simular el agua. Una piedra servirá de montaña. En ella se colocan figuras de personas, y se aseguran con plastilina.

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Lección:

Para ser felices tenemos que obedecer la ley de Dios. Dios nos hizo para Él, y por tanto solo estamos felices cuando Él está contento con nosotros. Esto es, cuando le obedecemos. Y si no obedecemos, sabemos que Dios nos castigará, porque esto es lo correcto.
La Biblia nos cuenta de un niño llamado Josías. Su padre era Amón, el rey de Israel, pero este era un rey muy malo, porque no amaba a Dios, ni le adoraba en su templo. Por el contrario, adoraba ídolos, y hacia que los israelitas adoraran ídolos también. Un día mataron a Amón, y entonces Josías fue rey sobre Israel, cuando tenía apenas 8 años. Josías prometió que no iba a ser un rey malo, sino que amaría a Jehová, y le serviría. Josías quería que todos también amaran a Jehová. Tiempo después, mandó reparar el templo de Jehová, y los trabajadores encontraron un libro viejo en el templo. Josías pidió que lo leyeran. Y resultó que era ¡La ley de Dios! Josías se dio cuenta de que todos habían pecado mucho contra Jehová, y por tanto Dios los castigaría. Josías mandó leer la ley de Dios a todas las personas. Ellos se pusieron muy tristes, porque se dieron cuenta de que habían desobedecido a Dios. Le prometieron a Dios que le servirían como Él quería. La ley de Dios les decía cómo agradar a Dios para no ser castigados. La ley los ayudó a ser obedientes. Referencia bíblica: 1 Reyes 17:8-16. Versículo de referencia: Deuteronomio 6:5

Instrucciones:

Se imprime el archivo, y los niños colorean las figuras. Luego se arma el bolsillo, como en la foto. En ese bolsillo se guardan las buenas acciones que resultan de cumplir a ley.

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Lección:

Dios hizo a todas las personas. Todos somos de Dios, porque Él nos hizo, e hizo a todo el mundo. Y porque somos de Dios, tenemos que vivir para Él, y agradarle. Él nos ha dicho cómo agradarle y vivir para Él. Dios nos dio su ley, en la cual nos dice qué tenemos que hacer y qué no debemos hacer.
Hace mucho tiempo, Dios dio su ley a los israelitas, quienes eran su pueblo. Él los había sacado de Egipto, de dura servidumbre. Ellos vivían en carpas, y Moisés era su capitán. Dios le dijo a Moisés que se alistaran, se bañaran y se cambiaran, porque en tres días Dios iba a hablar con ellos, en el monte Sinaí. Ellos debían esperar cerca al monte. Esta era una visita muy especial. ¡Dios jamás había bajado para hablar con nación alguna! En la mañana del tercer día, una nube grande y oscura estaba sobre el monte Sinaí. Los israelitas oyeron truenos y relámpagos, y sonido de trompeta, y tenían mucho miedo. Moisés los llamó, para que estuvieran cerca al monte, y allí Dios bajó en fuego y en humo, y el monte tembló. Ellos vieron que Dios era muy grande. Y oyeron la voz de Dios que decía: Yo soy Jehová tu Dios. No tendrás dioses ajenos delante de mí. No te harás imagen alguna. No tomarás en vano el nombre de Jehová tu Dios. Acuérdate del día de reposo para santificarlo. Honra a tu padre y a tu madre. No matarás. No cometerás adulterio. No robarás. No hablarás contra tu prójimo falso testimonio. No codiciarás cosa alguna de tu prójimo.

Estos son los diez mandamientos. Dios mismo los dictó desde el monte, y su voz era como el trueno. Los israelitas estaban muy asustados y se pusieron lejos del monte. Moisés les dijo que no estuvieran asustados, que Dios estaba mostrando cuán grande era Él, para que le obedecieran. Y los israelitas dijeron que harían lo que Dios les dijera. Referencia bíblica: Éxodo 19:16-19; 20:1-20. Versículo de referencia: Deuteronomio 7:21

Instrucciones:

Se imprime el archivo, por las dos caras de una página. Se recorta, de manera que no se vean las líneas punteadas, y finalmente se doblan las hojas, como en la fotografía.

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Lección:

La ley de Dios nos enseña que debemos poner siempre a Dios en primer lugar, amarle más que a los demás y obedecerle antes que a otras personas. Como ejemplo, la Biblia nos enseña de una viuda pobre. Ella vivía en un lugar donde había mucha hambre. No había cosechas, porque Dios castigó esta tierra y no volvió a llover. Ella salió a recoger leña para cocinar un pan con un poquito de harina y aceite que tenía. Vio que venía un hombre, y este hombre le pidió que le trajera un vaso con agua. Ella fue a traerlo, y el hombre le dijo que le trajera un poco de pan. Ella se puso muy triste. Le dijo: No tengo pan, iba a cocinar el poco de harina que tengo, para comer yo y mi hijo, y luego dejarnos morir, porque no hay más. El hombre le dijo que no tuviera miedo, que cocinara la harina y que le trajera a él primero, y luego tendría harina y aceite hasta que regresaran las lluvias y volvieran las cosechas. Ese hombre era Elías, profeta de Dios. Ella obedeció, cocinó la harina y le trajo primero a Elías. Creyó en la palabra de Dios, y puso a Dios primero, antes que todo lo demás. Dios cumplió su palabra, y el aceite y la harina no escaseó en la casa de la viuda, y ellos tuvieron pan todos los días, hasta cuando volvió la lluvia. De igual manera nosotros debemos poner primero a Dios, alabándole, dándole gracias por lo que nos da, por la comida, no quejándonos, guardando el domingo para Él, y obedeciéndole en todo. Referencia bíblica: 1 Reyes 17:8-16. Versículo de referencia: Deuteronomio 6:5

Instrucciones:

Los niños colorean la página, y ponen un número en cada escena para ordenar la historia.

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Lección:

Los niños pequeños son desobedientes a veces, y los adultos también son desobedientes. ¿Es malo ser desobediente, cuando todos somos así? Sí, es muy malo, porque Dios nos dice que es pecado. Dios nos hizo, somos de Él, debemos amarlo y obedecerlo siempre, porque Él es muy maravilloso y nos ama. Cuando desobedecemos a Dios, estamos pecando contra Él. Cuando Adán y Eva comieron la fruta que Dios les había dicho que no comieran, pecaron contra Dios, y arruinaron su hermoso mundo. Se hicieron pecadores, al permitir que Satanás entrara en sus corazones, y luego no pudieron obedecer a Dios, como debían hacerlo. Cuando tuvieron hijos, estos hijos nacieron con pecado en su corazón, y así el pecado pasó a todas las personas. Cuando hacemos lo que Dios nos dice que no hagamos, eso es pecado. Cuando no hacemos lo que nos dice que hagamos, también es pecado. Todos pecamos mucho contra Dios, y muchas veces queremos ser desobedientes. Dios es muy bueno y no dejó de amar a Adán y a Eva, y les prometió que un día mandaría al Salvador que quitaría el pecado. Dios no quiere que seamos desobedientes, y ama tanto a sus hijos que mandó al Salvador prometido, Jesucristo, para quitar el pecado de los suyos. Debemos amar tanto a Dios, que ya no queramos pecar. ¡Él es tan bueno con nosotros! Referencia bíblica: 1 Juan 1:8-10. Versículo de referencia: Isaías 53:6

Instrucciones:

Los niños colorean la página de la oveja descarriada y las otras ovejas, y le pegan algodón.

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Lección:

Dios les dijo a Adán y a Eva que el día que comieran de la fruta del árbol que Él había prohibido, ese día morirían. Pero, ¿murieron en realidad el día que desobedecieron? Si bien sus cuerpos no murieron instantáneamente, sí murieron de otro modo, por el hecho de resultar separados de Dios. Cuando Adán y Eva comieron de la fruta prohibida, inmediatamente tuvieron miedo de Dios y buscaron esconderse, pero quién puede esconderse de Dios... nadie puede. Cuando Dios los llamó, ellos tenían tanta vergüenza y miedo. ¡Adán y Eva sabían que habían pecado! Sabían que tenían que ser castigados por sus pecados. Dios les dijo que ahora el dolor, la enfermedad y la muerte vendrían al mundo, como consecuencia de su pecado; los echó de Su hermoso jardín. Además, les dijo que tendrían que trabajar duro para vivir, y Dios ya no volvió a caminar con ellos. Muchas cosas tristes pasaron ese día. Lo peor de todo fue el hecho de estar separados de Dios. Desde ese día la gente ha estado temerosa de Dios, porque Dios es muy santo y nosotros somos muy pecadores. Sin embargo, ese mismo día, Dios prometió a Adán y a Eva que algún día todo sería bueno otra vez. ¡Prometió un Salvador, quién quitaría el pecado y nos traería a Dios, para que ya no tuviéramos miedo! Referencia bíblica: Génesis 3:7-10. Versículo de referencia: Isaías 59:2

Instrucciones:

Los niños colorean libremente a Adán y Eva huyendo de la presencia de Dios.

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Lección:

El Espíritu Santo es quien acompaña especialmente a los hijos de Dios, para ayudarles en sus luchas. Pablo, el misionero, viajó a muchas ciudades, para contar la historia de Jesús. Muchos creyeron y llegaron a ser cristianos. Pero al cabo del tiempo empezaron a pelear, a ser egoístas y envidiosos. Pablo les escribió una carta a ellos (los Gálatas), la cual encontramos en la Biblia. Les dice que no deben pelear, ni ser egoístas, ni envidiosos, y les dice que si andan en el Espíritu Santo mostrarán los frutos del Espíritu. Estos frutos son cosas buenas, que salen del corazón, como el amor, el gozo, la paz, la paciencia, la benignidad, la bondad, la fe, la mansedumbre y la templanza. Pero si no tenemos el Espíritu de Dios, mostraremos malos frutos, como la ira, el enojo, la envidia y las peleas. ¡No podemos vivir para Dios sin la ayuda del Espíritu Santo! Referencia bíblica: Juan 15:1-5. Versículo de referencia: Gálatas 5:22

Instrucciones:

Los niños colorean y recortan los buenos frutos, luego los pegan dentro del corazón, en el lugar correspondiente.

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Lección:

Simón y su hermano Andrés eran pescadores en el mar de Galilea. Ellos pescaban con redes. Cuando estaban pescando, oyeron que alguien les llamaba desde la orilla. Era Jesús, Él los estaba llamando. Les dijo: “Venid en pos de mi, yo os haré pescadores de hombres”. Y ellos lo siguieron. No muy lejos, estaban Jacobo y su hermano Juán, en otra barca, arreglando sus redes. Jesús también los llamó y ellos lo siguieron. Así como desde niños estos hombres habían cogido pescados en sus redes, ahora Jesús les decía que tenían que pescar hombres en este mundo, y llevarles al reino de los cielos. Ellos se hicieron pescadores de hombres, primero, al estudiar con Jesús, luego al predicar y contar la historia de la salvación para llevar a mucha gente al reino de los cielos. Ahora, nosotros también debemos ser pescadores de hombres. Referencia bíblica: Mateo 28:16-20. Versículo de referencia: Mateo 28:19

Instrucciones:

1. Cada niño elabora sus peces, de varios colores, en papel fomi,
2. Se elaboran una red, con canicas y una malla, entre todos y con ayuda de un adulto,
3. En una vasija grande y medianamente profunda echan los peces, para luego ser pescados con la red,
4. Al finalizar, la profesora entregará un pez grande con el versículo clave para ser memorizado en casa.

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Lección:

A los niños les gusta jugar. Es un tiempo muy agradable cuando juegan con sus hermanitos o amigos. Pero los niños también tienen que trabajar. Cuando tienen edad, deben estar ayudando a sus padres, y en la medida en que se hacen adultos, hay más trabajo para ellos. Los adultos tienen que trabajar casi siempre. ¿Por qué? Porqué así lo dice Dios. Al principio, cuando Dios creó a Adán y Eva, Dios los puso en el jardín de Edén y ellos tenían que cuidar el jardín. Ese era un deleite, cuidar ese hermoso jardín. Pero cuando Adán y Eva pecaron, el trabajo se hizo duro, preparando la tierra, sembrando, y arrancando malezas. A nosotros nos toca trabajar duro, sin embargo el trabajo nos hace fuertes, nos hace felices. Y si trabajamos para Dios, ¡Él estará contento y nosotros también! Referencia bíblica: 2 Tesalonicenses 3:10-12. Versículo de referencia: Exódo 20:9.

Instrucciones:

Los niños escriben debajo de cada dibujo cuál es el trabajo que se está realizando, y luego colorean todos los dibujos.

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Lección:

Dios creó al mundo maravilloso y bueno, pero ahora hay muchas cosas que ya no son buenas: hay enfermedades, odio, personas malas y egoístas. ¿Por qué? Porque llegó el pecado y ha arruinado el hermoso mundo de Dios. ¿Cómo pasó esto? La Biblia nos dice que Dios tiene un enemigo, Satanás, que odia a Dios y quiere que todo el mundo odie a Dios. Dios, al crear al hombre, le puso un mandamiento: le dijo que no podía comer la fruta de un árbol especial, y si la comía, moriría. Satanás escuchó todo lo que Dios dijo, y fue a hablar con Eva. Le dijo que si comía de ese árbol, no moriría, sino sería como Dios. Ella escuchó a Satanás y comió de la fruta, y le dio a Adán, quien también comió. Adán y Eva desobedecieron a Dios y se hicieron pecadores. En vez de amar a Dios, empezaron a tener miedo de Él, y aún a odiarle. Desde aquel día empezaron la tristeza y la maldad en el mundo y han continuado hasta hoy. Referencia bíblica: Génesis 3:1-6. Versículo de referencia: 1 Juan 3:4

Instrucciones:

Los niños colorean el dibujo libremente.

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Lección:

Hay muchísimas personas en el mundo: hombres, mujeres, niños y niñas, de todas las razas. ¿De dónde vinieron? Dios las hizo a todas. La Biblia nos dice que Dios, en el principio, creó un hombre. Lo hizo del polvo de la tierra. Y lo hizo maravilloso, puro, sin pecado. Y Dios sopló en su nariz y le hizo un hombre viviente. Le dio un alma, la cual vivirá para siempre, porque Dios hizo al hombre tal como Dios es. Por eso el hombre es diferente de los animales. Llamó al hombre: Adán. También Dios hizo a una mujer. Dios hizo dormir a Adán y sacó de su costado una costilla y de ella hizo a la mujer. Cuando se despertó Adán, Dios le dio esta joven hermosa para que fuera su esposa. Adán le puso por nombre Eva. Ellos tuvieron hijitos, ellos crecieron, se casaron y tuvieron más hijos. De ellos se llenó toda la tierra. Todas las personas que hay en el mundo son hijos de Adán y Eva. Dios hizo al hombre para ser rey sobre las plantas y los animales. Referencia bíblica: Génesis 1:26-28; 2:7,8. Versículo de referencia: Génesis 1:27.

Instrucciones:

Los niños colorean el dibujo.

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Lección:

Dios es muy grande y todopoderoso. Pero la gente dice: “Si Dios es tan grande, ¿por qué me permite estar enfermo? ¿Por qué vienen las dificultades? Aún cuando pase esto, tenemos que creer que Dios nos ama y Él hace lo mejor para nosotros. La Biblia nos cuenta de una mamá que tuvo que dejar a su bebé en el rio Nilo. El malvado Faraón había ordenado que todos los bebes fueran echados al rio para que murieran. ¿Por que Dios permitía esto? La mamá hizo una canastica, que flotara, y allí puso a su hijo, en el rio. La princesa de Egipto vio la canasta con el bebé. Se compadeció y mando buscar a alguien que cuidara al niño. La propia mamá lo cuido unos años. ¡Cuán feliz estaba ella de que su bebé no se había ahogado! Este niño, Moisés, cuando creció, fue usado por Dios para libertar a su pueblo Israel de la mano de los Egipcios. ¡Dios siempre hace lo que es mejor! Referencia bíblica: Mateo 27: 27-31. Versículo de referencia: Apocalipsis 15:3.

Instrucciones:

Con papeles de colores, los niños hacen recortes para hacer el bebé y la canastica en el rio Nilo.

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Lección:

Dios nos habla por medio de la Biblia, y una vez lo hizo por medio de Jesús, quien es su Hijo. Jesús nos contó acerca de Dios, y nos mostró cómo es Dios. Jesús estuvo con los israelitas, el pueblo escogido de Dios, y anduvo por todo el país de ellos, hablando de Su reino. Hizo mucho bien: sanó a muchos enfermos, dió alimento y perdonó pecados. Un día, uno de sus discípulos le dijo: Señor, muestranos al Padre. Jesús respondió que si le habían visto a Él, habían visto al Padre. Esto quiere decir que Jesús es el mismo Dios. Todo el bien que hizo Jesús nos muestra cuán bueno y maravilloso es nuestro Padre Celestial. Referencia bíblica: Juan 14:8-10. Versículo de referencia: Juan 10:30.

Instrucciones:

El niño escribe la primera letra de cada dibujo en la línea correspondiente, para encontrar lo que el Señor Jesús dijo de su Padre. Además, pueden colorear los dibujos.

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Lección:

Jesús se mostró varias veces a sus discípulos, y un día Jesús se mostró a sus discípulos en Galilea, en el Monte de los Olivos. Allí les dijo que debían hacer discípulos en todas partes y luego debían ser bautizados en el nombre del Padre, del Hijo, y del Espíritu Santo. Les prometió que siempre estaría con ellos. Luego los bendijo y empezó a subir, y subir hacia el cielo. Sus discípulos lo miraron, hasta que una nube lo cubrió de su vista. Supieron que Jesús se había ido al cielo. Ellos escribieron esto en la Biblia, y así nosotros podemos saberlo también. Jesús está en el cielo, pero está también cerca de nosotros. Nos oye y nos ve, así no podamos verle, porque ¡Él es Dios! Referencia bíblica: Mateo 28: 16-20. Versículo de referencia: Mateo 28:20.

Instrucciones:

Se forra un vaso de plástico con papel azul. Se abre un agujero en la base del vaso, en la mitad. Los niños recortan la figura de Jesús y se le abre un agujero en la parte de arriba de la figura. Se amarra la figura a una cuerdita por un extremo, y el otro extremo se inserta en el vaso y se anuda por fuera del vaso. Se pega algodón sobre el papel azul, simulando nubes, y los niños pueden ver cómo la nube oculta a Jesús cuando sube al cielo.

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Lección:

Jesús nació como un bebé, pequeñito, pero Él no empezó a vivir cuando nació. Jesús es Dios, y Dios ha vivido siempre. En el principio todo era bueno y hermoso, Adán y Eva eran excelentes, pero pecaron y lo arruinaron todo. Dios dijo: “Enviaremos un salvador”. Jesús dijo: “Estoy dispuesto a ir al mundo para ser el Salvador.” El Espíritu Santo hizo que María concibiera, y Jesús nació como un bebé. Jesús era rico en el cielo: todo era suyo; era todopoderoso en el cielo y en la tierra. Cuando vino al mundo era muy pobre, no tenía ni una cama, y era indefenso, como todos los bebés. Era igual que nosotros, pero su corazón no tuvo pecado. ¡Vino a ser un bebé, para poder ser nuestro Salvador! Referencia bíblica: Juan 3:16-17. Versículo de referencia: 2 Corintios 8:9

Instrucciones:

Con dos palitos de paleta se arma el pesebre, se le agrega paja, aserrín o tiritas de papel. Con papel de colores se hace la carita del bebé y la cobija. Se pega todo, siguiendo el patrón en la imagen.

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Lección:

La gente que odiaba a Jesús lo llevó ante el gobernador Pilato, y lo acusaron de cosas falsas. Fue por eso que Pilato no pudo encontrar ninguna cosa mala en Él, pero aun así, y sabiendo que Jesús era inocente, permitió que fuera crucificado. Lo clavaron en una cruz, en medio de dos ladrones, y luego murió. Aunque parezca terrible que Jesús murió fue un día grandioso, porque lo hizo por nosotros. Murió para que nuestros pecados fueran perdonados y para que podamos ir al cielo, ¡con Él, para siempre! Eso es tan importante que incluso un día en el año se conoce como Viernes Santo; en él se recuerda todo lo que pasó ese día terrible, pero grandioso. Referencia bíblica: Juan 19:11-18. Versículo de referencia: Juan 10:15.

Instrucciones:

Los niños colorean el dibujo de las tres cruces.

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Lección:

Jesús vivía en el cielo. En el cielo todo es brillante, puro y alegre. Jesús era completamente glorioso en el cielo. Cuando vino al mundo, dejó toda su gloria atrás, nadie podía notar que Él era diferente a los demás hombres. Pero un día, Jesús mostró su gloria a tres de sus discípulos. Ellos vieron cómo el rostro de Jesús empezó a brillar como el sol. También se aparecieron Moisés y Elías, y hablaban con Jesús. Luego una nube cubrió a Jesús y una voz decía: “Este es mi Hijo amado, a Él oíd.” ¡Era la voz de Dios! Cuando Jesús vuelva a la tierra, todos verán su gloria maravillosa. Referencia bíblica: Mateo 17:1-8. Versículo de referencia: Mateo 16:27

Instrucciones:

Los niños colorean el dibujo de la escena de la transfiguración de Jesús.

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Lección:

Jesús enseñaba a la gente que Él era el Hijo de Dios, y venía de parte de Dios, y lo demostró haciendo muchas maravillas. Lo demostró calmando la tormenta, sanando enfermos, aun resucitando muertos. Y solo Dios puede hacer vivir a los muertos; Jesús lo hacía porque Él es Dios. La Biblia cuenta de una niña que estaba muy enferma. Su papá, llamado Jairo, fue a buscar a Jesús y le imploró que fuera a ver a su hija, porque estaba muriendo. Jesús no pudo ir rápido, porque había mucha gente alrededor de Él. Cuando finalmente llegó, la niña ya estaba muerta. Jesús le dijo a Jairo que no temiera, sino que creyera solamente. Jesús tomó de la mano a la niña y le dijo: ¡Muchacha, levántate! Y se levantó, estaba viva otra vez. ¡Jesús es nuestro gran Dios, que tiene poder sobre todo, aun sobre la enfermedad y la muerte! Referencia bíblica: Lucas 8:49-56. Versículo de referencia: Mateo 28:18

Instrucciones:

Los niños colorean el dibujo de Jesús resucitando a la niña.

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Lección:

Un día Jesús estaba en la casa de un amigo. Muchos querían verle y oírle. Vinieron cuatro hombres cargando a un enfermo en un lecho, y como no pudieron entrar, por lo lleno que estaba la casa, se subieron al techo, quitaron unas tejas y bajaron al enfermo con cuerdas. Jesús vio que el corazón del enfermo estaba triste por causa del pecado, y le dijo: Tus pecados te son perdonados. La gente se sorprendió, aun algunos murmuraban y decían que solo Dios podía perdonar pecados. Jesús sabía lo que estaban pensando, y les dijo que Él podía perdonar pecados. Entonces le dijo al enfermo que cogiera su lecho y se fuera a su casa. En ese instante, el enfermo fue curado y sus pecados fueron perdonados. ¡Y todos alababan a Dios por lo que Jesús había hecho! Jesús puede perdonar nuestros pecados, porque es el Hijo de Dios. Referencia bíblica: Marcos 2:1-12. Versículo de referencia: Salmos 32:1

Instrucciones:

Se recortan dos corazones iguales en Fomi (foamy) de color rojo, y se cosen; desde la mitad hacia abajo, formando un bolsillo. Luego se recortan papelitos, en los cuales están escritos pecados, y se guardan dentro del corazón. Se le explica a los niños que esos pecados los tenemos en el corazón y que Jesús nos limpia de nuestra maldad.

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Lección:

A Jesús le gustaba estar en el mar de Galilea, que es un lago grande y azul. Allí enseñaba, y venían muchas personas a escucharlo. Un día, después de haberles enseñado todo el día, él navegó con sus discípulos hasta el otro lado del lago. Subieron a una barca, y se hizo de noche. Jesús se quedó dormido, porque estaba cansado. El viento comenzó a soplar fuerte, crecieron las olas y ya se hundía la barca. Los discípulos atemorizados despertaron a Jesús. Jesús no tenía miedo. Empezó a hablar al viento y a las olas y dijo: “Calla, enmudece”. En ese mismo instante se calmó el viento y ya no hubo más olas. Los discípulos estaban maravillados. ¡Jesús es nuestro gran Dios, al que toda la naturaleza le obedece! Referencia bíblica: Marcos 4:35-41. Versículo de referencia: Marcos 4:41

Instrucciones:

El casco del bote es plato de icopor; el mástil puede ser un palillo de madera, atravezado en un pedazo de corcho o madera. Las velas pueden cortarse según se presenta en los moldes adjuntos, todo esto unido con pegante para papel o madera. El toque más importante es el versículo que deben aprender los niños, y que puede ir en una vela, como en la foto.

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Lección:

Hay muchas cosas maravillosas alrededor de nosotros. El mundo donde vivimos, el cielo grande y azul, las nubes, las estrellas, las flores, los árboles, las mariposas de colores, las aves, los animales... ¡El mundo es un lugar maravilloso! Pero, ¿sabes de dónde vino el mundo y todas las cosas que vemos? La Biblia nos dice que Dios las hizo con su poder. Antes del principio, no había mundo, ni flores, ni animales, ni gente, pero Dios estaba allí, y un día empezó a hacer las cosas maravillosas que vemos. ¿Y sabes cómo las hizo? Con su palabra. Él habló y todo fue hecho. Y todo lo que hizo era muy bueno. ¡Dios es muy grande! Referencia bíblica: Génesis 1:20-25. Versículo de referencia: Génesis 1:1

Instrucciones:

Con papeles de colores, los niños hacen recortes para armar un paisaje de las cosas maravillosas que Dios creó.

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Lección:

El rey Nabucodonosor edificó una ciudad poderosa llamada Babilonia, llena de palacios y jardines. Un día, cuando paseaba por ellos dijo: ¡Que rey tan grande soy yo! ¡Mi poder ha ganado este gran reino! Pero entonces oyó una voz del cielo que decía: ¡El reino ha sido quitado de ti, tus siervos te echarán del palacio y vivirás fuera como un animal! Y eso pasó: vivió en el campo como un animal, pero un día miró al cielo y alabó a Dios diciendo: Dios es Rey sobre todo. Él hace según su voluntad en el cielo y en la tierra. Nabucodonosor supo que él era muy pequeño y que Dios es muy grande. ¡Dios es todopoderoso! Referencia bíblica: Daniel 4:34,35. Versículo de referencia: Daniel 4:35

Instrucciones:

Los niños colorean el dibujo de los jardines del rey Nabucodonosor.

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Lección:

Hay personas que adoran muchos dioses, creyendo que cada dios hizo una cosa diferente, pero no saben que solo un Dios hizo todo y cuida de todo. Hace muchos años Dios escogió un pueblo, Israel, les habló por medio de Moisés, les hizo mucho bien y les dijo que Él era el único Dios y que a Él debían adorar siempre. Pero ellos pronto olvidaron esto e hicieron idolos de madera y piedra. Dios mando al profeta Jeremías para mostrarles cuán necios eran. El profeta contó a la gente que sólo hay un Dios, Señor sobre todo, todo es de Él. No podemos verle porque Él es espíritu, pero Él es el Dios que nos oye cuando oramos. ¡Él es muy glorioso! Referencia bíblica: Deuteronomio 6:4-6. Versículo de referencia: Deuteronomio 4:39

Instrucciones:

Las instrucciones para imprimir, recortar, colorear y doblar se encuentran haciendo clic en la primera imagen. Si desea utilizar otro versículo, haga clic en la segunda imagen, donde encuentra el documento editable.

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Lección:

Isaías, un gran profeta de Dios, un día vió en una visión (como en un sueño) a Dios, sentado en un trono muy alto, y encima de Él habían serafines, quienes son brillantes criaturas celestiales. Ellos tenían 6 alas: dos para volar, con dos se cubrían el rostro, y con dos los pies. Uno le decía al otro: Santo, Santo, Santo, Jehová de los ejercitos; toda la tierra está llena de su gloria. La visión de Dios mostró que Dios es Santo. Santo significa que Dios es puro, que jamás peca, es todo luz y gloria, nada malo puede acercarse a Él. Y nosotros siendo pecadores, ¿cómo podemos ir a Dios? La Biblia dice que solo a través de Jesucristo, quién es Dios, podemos acercarnos al Padre. Referencia bíblica: Salmo 99. Versículo de referencia: Isaías 6:3

Instrucciones:

Los niños colorean el dibujo del serafin.

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Lección:

Podemos hablar a Dios cuando oramos, pero, ¿puede Él hablarnos? ¿Podremos oírle? Hace mucho tiempo habló a Samuel y a muchos otros, pero, ¿nos habla a ti y a mí? Sí, nos habla de varias maneras, sobre todo por medio de su libro: La Biblia. Cuando Dios habló a los hombres hace muchos años, les ordenó que escribieran sus palabras en un libro. Este libro es la Biblia, la palabra de Dios. Dios cuidó la Biblia a lo largo del tiempo para que tú y yo podamos leerla. Dios nos habla cuando leemos la Biblia. También nos habló cuando mandó a su Hijo Jesús a vivir en este mundo. También nos habla cuando el Espíritu Santo susurra a nuestros corazones. ¡Dios nos habla de distintas maneras! Referencia bíblica: 1 Pedro 1:24-25. Versículo de referencia: Salmos 119:11

Instrucciones:

Los niños colorean el dibujo de los niños leyendo la Biblia.

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Lección:

El nombre de Dios nos dice quién es Él. Pero Dios tiene muchos nombres: “Padre en los cielos”, “Todopoderoso”, “Amado Jesús”. La Biblia nos cuenta de un nombre muy maravilloso de Dios. Un día en el desierto, un hombre llamado Moisés cuidaba ovejas, y vio una zarza ardiendo que no se quemaba. Él se acercó a mirar y Dios le habló desde la zarza. Le dijo que fuera a sacar a su pueblo de Egipto, que estaba en esclavitud. Moisés le dijo, ¿qué les digo si me preguntan quién me envió? Dios le dijo: Diles que YO SOY te envió. YO SOY quiere decir que Dios es eterno, siempre es el mismo, y que es fiel, nunca cambia. El nombre más maravilloso es Jesús. Un día toda rodilla se doblará ante el nombre de Jesús. Tenemos que usar los nombres de Dios con cuidado. Los nombres de Dios son santos porque Él es Santo. Referencia bíblica: Éxodo 3:1-4, 10-14. Versículo de referencia: Daniel 2:20

Instrucciones:

Primero los niños colorean el dibujo de la zarza, a continuación recortan cuadritos de papel de colores rojo, amarillo y verde. Luego pegan los cuadritos amarillo y rojo en la parte superior de la zarza, y por último pegan los cuadritos verdes en la mitad de la zarza.

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Lección:

Después de que Dios creó a Adan y a Eva, les hablaba en las tardes, en el jardín de Edén. Muchos años despúes, habló a Abraham. También habló a Moisés, muchas veces. La Biblia nos cuenta de cómo le habló a un niño. Este niño, llamado Samuel, vivía en el templo de Dios y ayudaba al sacerdote Elí. Una noche Dios le habló y le dijo: Samuel, Samuel. El niño corrio a donde Elí, pensando que le llamaba, y Elí le dijo que no lo había llamado. Dios llamó a Samuel por tercera vez y Elí entendío que Dios llamaba a Samuel y le dijo al niño que cuando Dios llamara dijera: habla Señor que yo escucharé. Dios habló a Samuel y le contó las cosas que habrían de ocurrir. Luego Dios habló a Samuel muchas veces y él llegó a ser uno de los grandes profetas de Dios, y le dijo a la gente qué era lo que Dios quería que ellos hicieran. Referencia bíblica: 1 Samuel 3:1-10. Versículo de referencia: 1 Samuel 3:9

Instrucciones:

Primero se colorea la figura, luego se arma la cama de Samuel, con palitos, como se muestra en la foto.

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Lección:

Los niños van al colegio a aprender, ¡porque hay tanto que aprender! Pero Dios nunca va al colegio. Él no necesita aprender nada, Él lo sabe todo, cosas que nosotros no podríamos saber. Él sabe cuántas estrellas hay en el cielo, lo que pasa en la oscuridad, lo que pasa en nuestros corazones, conoce cada secreto. La Biblia nos dice de un gran rey que tuvo un sueño, y al despertar se le olvidó. Él quería que sus siervos le dijeran qué había soñado, pero nadie podía. El profeta Daniel le pidió a Dios que le revelara el sueño y Dios lo hizo. Así Daniel pudo contarle al rey su sueño. Dios aún sabe lo que va a pasar en el futuro. ¡Dios es muy maravilloso! Referencia bíblica: Salmo 139:1-10. Versículo de referencia: Salmo 139:2

Instrucciones:

Los niños colorean el dibujo de don Zapoteca.

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Lección:

Cuando miramos alrededor nuestro no podemos ver a Dios. !Pero Él está en todas partes! Cuando te acuestas, cuando te levantas, junto a nosotros y por encima de nosotros en los cielos, cuando estás en el colegio, cuando estás solo, y al otro lado del mundo, aquí y allí está Dios. ¿cómo? Pués Él es Dios, y Él es espíritu, y por eso puede estar en todas partes al mismo tiempo. ¡Dios es muy maravilloso! Sentimos Su cuidado al saber que Dios está en todas partes siempre. Y esto a la vez nos hace ser cuidadosos acerca de lo que hacemos o decimos, porque Dios nos oye y nos mira siempre. Referencia bíblica: Salmo 95:1-6. Versículo de referencia: Jeremías 23:24

Instrucciones:

Los niños colorean el dibujo que muestra una niña comiendo, estudiando, caminando y durmiendo, y en todas las situaciones, Dios está ahí.

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Lección:

¿Has hecho promesas? Y, ¿siempre las has cumplido? Tal vez prometiste que serías obediente. Por la experiencia, ya sabrás que es muy difícil ser obediente todo el tiempo. Lo que pasa es que a nosotros, las personas, a veces se nos olvida lo que prometemos, o prometemos cosas que no podemos cumplir. Pero Dios SIEMPRE cumple sus promesas, nunca falla, nunca olvida. Las promesas que Dios hace son seguras. Hace mucho tiempo, Dios prometió que daría un país hermoso a su pueblo, Israel. ¡Pero eso parecía imposible! El país quedaba muy lejos, tocaba cruzar un gran desierto y había muchos enemigos, los cuales mandaron soldados para pelear con los israelitas. Pero Dios cuidó a su pueblo en el desierto, les dio de comer por todo el camino, les ayudó cuando tenían que pelear. Al fin, casi habían llegado, ¡veían el país al otro lado del rio Jordán! Pero, ¿cómo cruzar ese río ancho y profundo, con tantos niños y animales y personas sin saber nadar? Aun así, Josué le dijo a la gente que se prepararan para pasar; Dios cumpliría su promesa en una forma maravillosa. Los sacerdotes llevaron el arca del pacto de Dios, y llegaron a orillas del río. Tan pronto como sus pies tocaron el agua, el rio dejó de correr. Por un lado, el rio siguió su curso, pero por el otro se amontonaron las aguas. Ahora había un camino seco donde antes había estado el río. Los sacerdotes, con el arca, se quedaron en el centro. Las personas podían pasar. Una vez pasaron todos, los sacerdotes pasaron también y el río volvió a correr. ¡Dios cumplió su promesa! Los llevó a ese país y cumplió todas las buenas cosas que les había prometido. ¡Dios es fiel!

Referencia bíblica: Josué 21:43-45. Versículo de referencia: Hebreos 10:23

Instrucciones:

Se toman hojas de papel de colores, así: amarillo, que representa el desierto; verde, que representa la tierra prometida; azul, para el río; y marrón para el fondo del río. Se arma la escena, se colorea, y se recorta y pega en la escena el dibujo de los sacerdotes cruzando con el arca.

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Lección:

No podemos ver a Dios porque Él es espíritu. ¿Y qué es un espíritu? Cuando Dios nos hizo, nos creó con cuerpo y espíritu o alma. El espíritu vive dentro de nuestro cuerpo, y es el que piensa, ama, está feliz o triste. Es nuestro verdadero Yo. Nadie puede ver nuestro espíritu, pero podemos sentirlo viviendo dentro de nosotros. Dios es solo espíritu, no tiene cuerpo, pero Él si puede ver, oir y amar. Además es totalmente glorioso, santo y resplandeciente, tanto que si lo miráramos no podríamos soportar ver Su gloria, pues es más resplandeciente que el sol. ¡No podríamos aún vivir! Referencia bíblica: Salmo 104:1-13. Versículo de referencia: Éxodo 33:20.

Instrucciones:

Los niños colorean el dibujo. Así como podemos sentir los efectos del viento, pero no podemos verlo, así es Dios. Podemos ver lo que Dios hace, pero no podemos verlo a Él.

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Lección:

Dios es tan maravilloso que nunca podremos comprenderlo. La Biblia nos dice que Dios es uno. Pero también nos dice que Dios es tres personas. La Biblia nos enseña de Dios el Padre, que está en el cielo. Jesús es Dios el Hijo. Dios el Espíritu Santo descendió para estar con Jesús, y luego descendió para estar en los corazones de los que creen en Jesús. El día del bautismo de Jesús, Dios Padre Habló desde el cielo diciendo de Jesús: "Este es mi Hijo Amado". Dios Hijo, o sea Jesús, era el que estaba siendo bautizado, y Dios Espíritu Santo bajo en forma de paloma y descansó en la cabeza de Jesús. Así Dios mismo se mostraba en las tres personas. ¡Qué maravilloso y grande es Dios! Versículo clave: Salmo 145:3. Referencia bíblica: Mateo 28:16-20.

Instrucciones:

Los niños recortan en papel verde un trébol, que representa las tres personas de Dios, pero un sólo Dios. A continuación pegan el nombre de cada persona de Dios sobre cada hoja del trébol.

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Lección:

Hay tantas cosas alrededor nuestro, ¡tanto que aprender! ¿Cómo aprendemos? Pues viendo y oyendo. Pero si no podemos ver a Dios, ni le oímos, ¿cómo aprendemos acerca de Él? Podemos conocerle por medio de las cosas que Él ha hecho. ¿Has mirado al cieloy visto las estrellas? ¿Has visto tantos animales diferentes, adornados con bellas pieles, a los pájaros coloridos, o los insectos? ¿Y los mares tan grandes, con miles de peces grandes y pequeños? ¡Dios hizo todo eso! Ninguno de nosotros pudo haber hecho eso, no podemos hacer ni una flor, ni un animal, ni un insecto chiquitico. No fue por evolución. ¡Solo nuestro Dios pudo haber hecho todo eso! Sabemos que hay un Dios porque vemos todo lo que Él hizo. Referencia bíblica: Salmo 19:1-7. Versículo de referencia: Salmo 19:1

Instrucciones:

Con hojas caidas de los árboles, los niños hacen un collage, representando un animalito de los muchos que Dios ha creado. Se pega y se decora sobre una cartulina.

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Lección:

Ana estaba muy triste porque no tenía hijos. Fue al templo y oró largamente a Jehová y prometió que si Jehová le concedía un niño, ella lo daría a Jehová, para su servicio todos los días de su vida. El sacerdote Elí vio a Ana y la regañó, pensando que ella había bebido vino, pero ella le dijo que había hablado delante de Jehová. Luego ella se fue a su casa y ya no estuvo más triste. ¡Dios le dió un hijo! Y después de que Samuel ya era un niñito, ella lo llevó donde el sacerdote Elí, para que se quedara con él, y sirviera a Jehová en el templo. Este niño es Samuel, y llegó a ser uno de los fieles profetas de Jehová. Referencia bíblica: 1 Samuel 1:9-11,20. Versículo de referencia: 1 Samuel 1:20

Instrucciones:

Los niños colorean y pegan las figuras de Ana, de Elí y de Samuel sobre una cartulina. Luego las colorean y les pegan un pitillo, detras de cada figura, para armar un títere. Con los títeres cuentan la historia de Ana y su hijo Samuel.

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Lección:

Así como un bebé necesita de los cuidados y amor de su mamá, nuestros corazones necesitan del amor y del cuidado de Dios. Hay una vocecita en nuestro corazón que clama a Dios, aunque no podemos verlo. Muchos creen, y han creído, que las cosas que vemos a nuestro alrededor son Dios, como el sol, la luna, las estrellas, y les oran; pero ellas no son Dios. Las cosas no pueden oir cuando una persona ora. En las siguientes lecciones aprenderemos como conocer a Dios, amarle y vivir cerca de Él, aunque no podamos verle. Referencia bíblica: Salmo 105:1-4. Versículo de referencia: Santiago 4:8.

Instrucciones:

Los niños recortan un corazón en un papel rojo, y le hacen una puerta que se abre. Luego pegan el corazón sobre una hoja blanca y le escriben el versículo de Salmos 105:3 parte b. A continuación pueden decorar el corazón con escarcha de colores.

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Lección:

Si en verdad pertenecemos a Jesús y somos bautizados, entonces podemos tomar la cena con Él. Este es otro mandato que Jesús dio a sus discípulos. En la cena recordamos cuando Jesús dio pan y vino a sus discípulos diciendo que era su cuerpo y sangre, que por muchos era derramada. Al día siguiente Él murió, y sus discípulos entendieron que Jesús había muerto por ellos. Al tomar la Cena del Señor, entendemos y creemos que Jesús dio su cuerpo y su sangre por nosotros, cuando murió en la cruz. Referencia bíblica: 1 Corintios 11:23-26. Versículo de referencia: Lucas 22:19.

Instrucciones:

Permita que el niño, luego de haber recibido la lección, coloree libremente el dibujo.

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Lección:

El bautismo es un mandato que Jesús dio a sus discípulos, antes de subir al cielo. También es una señal que muestra que Jesús limpió nuestros corazones, así como el agua limpia nuestro cuerpo. La Biblia dice que cuando somos bautizados y nos sumergimos en el agua, somos enterrados con Jesús, y nos levantamos con Él a una nueva vida. Cuando creemos en Jesús, el Espíritu Santo nos hace nuevos y nos da corazones nuevos que aman a Jesús. Referencia bíblica: Hechos 16:28-34. Versículo de referencia: Mateo 28:19.

Instrucciones:

Los niños colorean una página donde un pastor está bautizando a una persona nacida de nuevo.

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Lección:

¿Recuerdas cómo Jesús subió al cielo? Estaba en un monte con sus discipulos; levantó sus manos para bendecirles, y luego, subió y subió. Vino una nube y ya no pudieron verle más. De repente se les aparecieron dos ángeles que les dijeron que Jesús volvería de la misma manera como subió. Han pasado muchos años y Jesús no ha vuelto, pero Él dijo que volvería, y los ángeles dijeron que volvería. Jesús volverá. Él siempre cumple sus promesas. Mientras tanto tenemos que trabajar contando la historia de Jesús y de su amor.

Instrucciones:

Los niños pegan algodón sobre papel azul, formando una nube, y con papel brillante pegan alrededor de la nube como un resplandor, representando la venida del Señor. Luego se recortan letras hechas en el mismo papel brillante, con el mensaje: "Jesús viene otra vez". Estas letras se pegan en la hoja azul.

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Lección:

El mundo tuvo un principio, según dice el primer versículo de la Biblia, pero así como el Templo de Jerusalén fue destruido, los cielos y la tierra serán también destruidos; todo será quemado, por orden de Dios. Toda la maldad de Satanás y de la gente pecadora será también quemada. Y Jesús será el Señor sobre todo, y todos se postrarán adorándolo. Dios castigará a los malos, y hará cielos nuevos y tierra nueva para sus hijos, donde vivirán para servirle para siempre. Referencia bíblica: Apocalipsis 21:1-5. Versículo de referencia: 2 Pedro 3:10.

Instrucciones:

Los niños colorean una hoja con edificios y casas. Luego encima pegan papel traslucido de color rojo y amarillo en forma de llamas de fuego.

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Lección:

¿Qué es lo mejor que le podemos pedir a Jesús? ¿Qué tal juguetes, una bicicleta, o un trencito nuevo? Hay cosas que nos gustaría tener, pero tal vez no las necesitemos. Pero sí hay cosas que necesitamos de verdad: comida, vestido, en dónde vivir. Si ya tenemos esto debemos dar gracias a Dios, porque Él nos las dio. Pero hay algo más importante, y es algo que Jesús nos dijo un día: Que si buscamos primero el reino de Dios, Dios nos dará todas las cosas que necesitamos. Referencia bíblica: Mateo 6:25-33.

Instrucciones:

Los niños pegan sobre una cartulina el molde del cofre, el cual representa el reino de Dios. Luego recortan por los bordes, y también donde se indica con el dibujo de las tijeras. Luego se dobla por los bordes, para armar el cofre. Se pega, y finalmente se decora.

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Lección:

Así como papá y mamá no nos dan siempre lo que les pedimos, tampoco Dios nos da siempre lo que le pedimos a Él. Dios puede darnos todo, pero no lo hace siempre. ¿Por qué? Porqué a veces pedimos cosas cuando hemos sido malos, y nuestro pecado no ha sido perdonado; o pedimos cosas para nuestro propio provecho, y eso es ser egoistas; o porque Dios sabe que no es bueno para nosotros. Dios siempre nos oye cuando oramos, pero no nos da siempre lo que pedimos. Versículo clave: Salmos 84:11. Referencia bíblica: Salmos 66:16-20.

Instrucciones:

Se recortan varias hojas en forma de corazón, y en cada hoja se pega parte de la oración del "Padre Nuestro". Una vez se tenga completa la oración se juntan las hojas, se hacen orificios en la parte superior y se pasa una cinta de color a través de los orificios.

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Lección:

La reina Ester era del pueblo de Dios, pero el rey Asuero no. El rey tenía un siervo malvado llamado Amán, quien quería matar a todo el pueblo de Dios. Un día, Mardoqueo, primo de Ester, escuchó los planes malvados de Amán y le informó a la reina. Solo ella podría hablar al rey e impedirlo. Ella estaba muy miedosa, porque cualquiera que se acercara al rey moriría, a menos que él extendiera su cetro. Ella fue al rey, el rey extendió su cetro, y ella le habló al rey, salvando a su pueblo. Así como Ester, nosotros podemos ir a Dios por un único camino: Jesucristo. Referencia bíblica: Filipenses 2:9-11.

Instrucciones:

Primero se colorean y recortan las figuras, luego se organizan de acuerdo con los eventos en la vida de la reina Ester, y por último se pegan en la hoja de la lección.

Lección:

Dios es tan grande y poderoso, y nosotros tan pequeños y pecadores... y aun así podemos hablar con Él. ¡Él nos escucha y nos contesta! Así como Jesús oraba al Padre cuando estuvo aquí en la tierra, también nosotros podemos hablar con Dios. Podemos contarle todo sobre nosotros, y Él nos responde a través de la Biblia y también le habla a nuestros corazones. ¡Él quiere que le oremos! Por esto Jesús enseñó a orar a sus discípulos, y a nosotros también. La oración ejemplo que nos dio es conocida como El Padre Nuestro. Versículo clave: Mateo 6:9. Referencia biblica: Filipenses 4:6,7

Instrucciones:

Los niños trazan una línea desde un dibujo en el lado izquierdo, hasta su correspondiente en el lado derecho. Luego de esto pueden colorear imágenes.

Lección:

Se hace un repaso de las lecciones aprendidas acerca de cómo viven los hijos de Dios, y cómo ayuda Dios a que sus hijos vivan para Él. También se repasan los versículos y las preguntas para aprender de memoria. El repaso se hace a través del método de preguntas y respuestas, usando como ayuda el juego de la escalera.

Instrucciones:

Se utiliza un dado y fichas conforme con la cantidad de niños. Cada niño tiene su juego, y por turnos cada niño lanza el dado y adelanta casillas de acuerdo con el número, y responde una pregunta. Al finalizar pueden repartirse premios.