“No admitirás falso rumor. No te concertarás con el impío para ser testigo falso.” Éxodo 23:1 (Foto: niekverlaan/pixabay)
Es importante que cuando recibamos algún tipo de información, no nos precipitemos a aceptarla como verdadera, o como si fuera buena. Tampoco debemos acelerarnos a compartirla o reenviarla, porque nos parece provechosa para otros. Puede ser un falso rumor, con apariencia de que es verídico. Cuando aceptamos y reenviamos la información nos estamos haciendo cómplices, falsos testigos, apoyadores de las artimañas del que las elaboró y culpables del daño que esto puede causar. Es necesario no confiar en nuestra propia prudencia, es absolutamente necesario ir en oración a Dios antes, y vigilar haciendo una cuidadosa evaluación a la luz de las Escrituras en su contexto.
“Enséñame, oh Jehová, tu camino,
Y guíame por sendas de rectitud
A causa de mis enemigos.” Salmos 27:11
“Ordena mis pasos con tu Palabra,
Y ninguna iniquidad se enseñoree de mí.” Salmos 119:133
Y dice el Señor: “Te haré entender, y te enseñaré el camino en que debes andar;
Sobre ti fijaré mis ojos.” Salmos 32:8
“...miraré a aquel que es pobre y humilde de espíritu, y que tiembla a mi Palabra.” Isaías 66:2
Feliz día.