Dios mismo presenta el cuadro de nuestra realidad. Las cosas son como Él nos las explica. ¡Que no nos equivoquemos!
Allí están Senaquerib, Faraón, Nabucodonosor, Herodes, Balaam, y compañía. Pero, allí por el otro lado tenemos el evangelio de Juan, la carta a los Efesios, el libro de Proverbios, la carta a los Hebreos, la ley de Dios, etc. Es decir, Dios mismo presenta el cuadro de nuestra realidad. Las cosas son como Él nos las explica. ¡Que no nos equivoquemos! ¿Por qué insistir en hacernos el daño presente y eterno, cuando el camino al bienestar está despejado? Dios mismo nos invita a Cristo, y en Cristo resultamos por la fe cambiados, cambiados y capaces de querer lo bueno y poder vivirlo. Nuestra esperanza está en Él.
Dentro de los casos de fracaso que la Biblia presenta está el pueblo de Israel en el desierto. Lea Hebreos capítulo 3 desde el versículo 7 hasta el 16 del capítulo 4. Léalo otra vez, por favor. Luego, léalo una tercera vez. Sí, por favor, hágalo. No toma mucho tiempo. Es palabra de Dios con la cual Él busca que usted no fracase, que usted entienda que la vida vale sólo en el camino de su Creador, de su Salvador. Luego, después de la lectura, obedezca. Haga lo que el pasaje manda, y no haga lo que le dice que no haga. Sí, ¡por favor! No sea insensato; no desprecie su vida. Honre a Dios. De Él usted recibe todo – todo lo bueno (pero también los castigos si es el caso). Luego, no sea “necio”. Usted es joven todavía: no demore; coja el camino bueno ahora. Es deber suyo. No sea como el mundo que desobedece y sufre y sufre y sufre y sufre y sufre y sufre…………… En Jesucristo, con Él por Salvador, sí hay poder, hay paz con Dios, hay cambio, hay gozo, júbilo, satisfacción de hacer lo correcto, sobre todo, el de honrar a Dios, y de tener así su bendición, tener así un porvenir que no avergüenza. Hágalo comenzando ahora si aún no ha comenzado antes ¡Ya! ¡Ya! No es cuestión de quejas o de vacilaciones. ¡Obedezca a Dios!
“Si oyen hoy su voz,
No endurezcan sus corazones”. Hebreos 3:7-8
“Si oyen hoy su voz,
No endurezcan sus corazones”. Hebreos 3:15
“Si oye hoy su voz,
No endurezcan sus corazones”. Hebreos 4:7
(Dios le manda, querido joven, a obedecer a sus padres, a honrarlos, y a hacerlo por amor a Dios).
Muchas son las injusticias por todos lados, muchos los obstáculos en cuanto a progresar, muchas las tentaciones a dañar su vida y sus posibilidades de sobresalir. ¡Muchas, muchas, muchas! Y usted, ¿al ver tanta maldad por todos lados, va a hacer aun más maldad usted mismo? ¡Por favor! ¿Dice que no puede resistir la tentación? Por eso mismo: Por tanto, acerquémonos con confianza al trono de la gracia para que recibamos misericordia, y hallemos gracia para la ayuda oportuna. Hebreos 4:16. Jesucristo es el camino, la verdad, y la vida. No hay otro. Acérquese, pues, clamando, “¡Sálvame, Señor, o perezco!” No, la vida no es fácil. Hay que luchar – pero en el poder del Señor. Como dice Mateo 11:12, “Desde los días de Juan el Bautista hasta ahora, el reino de los cielos sufre violencia, y los violentos lo conquistan por la fuerza”. Sí, el poder es del Señor, pero el deber es de usted. Hágalo, pues, y deje de vacilar. “Cree en el Señor Jesucristo, y serás salvo.” Esto de lo que estamos tratando no es ficción. Esto no es para que siga uno confuso y derrotado. Deje de creer en la mentira, y crea en la verdad. Dios existe, y Dios es como Él mismo dice ser, y la Biblia es su Palabra. ¿Seguirá andando perdido, dudoso, esclavo, pusilánime? ¿Seguirá aportando al mal que le rodea y le achaca?
Gracias, querido joven, por ser diferente del montón; gracias por obedecer a Jesucristo, el bondadoso Salvador, el Señor de señores, Rey de reyes. Que siga animándose a sí mismo y a los demás mediante Biblia; Biblia en abundancia, Palabra de Dios con la cual el joven limpia su camino, y no peca contra Dios.
¡Acuérdese de Senaquerib!