“Dijo David a Natán: Pequé contra Jehová. Y Natán dijo a David: Jehová ha remitido tu pecado; no morirás.” 2 Samuel 12:13 (Foto: Thomas Hawk/Flickr)
Cuando pecamos y tratamos el pecado y su resultado con nuestros sentidos, prudencia, inteligencia, carnalmente, lo único que conseguimos es hundirnos más, hacemos daño a personas inocentes, pero lo peor es que el nombre de Dios es blasfemado.
Tratar el pecado como Dios ordena es humillante, no necesariamente quita las consecuencias, puede incluso confirmarlas para que veamos la hiel que destila del pecado, pero se alcanza misericordia. 2 Samuel 11-12; Proverbios 28:13; Salmos 51 y 32; Hebreos 9:14; Hebreos 12