En los últimos meses hemos visto qué hacer con nuestros adolescentes, pero como nos advierte Dios en su palabra no podemos limitarnos a ser oidores de la palabra, sino que además tenemos que ser hacedores.
Llevar a la práctica, aplicar todo cuanto hemos aprendido es donde mayor dificultad podemos tener. En esta misión que Dios nos ha delegado como padres para formar a nuestros hijos en su temor, siempre debemos tener presente dos aspectos, los cuales están estrechamente relacionados:
1. Metas bíblicas,
2. Estrategias bíblicas.
Así, la primera estrategia propuesta en este estudio es:
Estrategia 1. "Tener un objetivo en la educación de nuestros hijos"
Tenemos que estar enfocados, y tener un propósito claro. Debemos empezar por saber hacia dónde vamos a dirigir a nuestro hijo, lo cual implica saber en qué debemos trabajar con nuestro hijo.