Adulterio, cómo liberarse
Pastor Augusto Ramírez, 31 de agosto de 2014
La Escritura prohíbe el adulterio. Son muchos los pasajes que muestran éste mandato de forma directa. Sin embargo, los fariseos (y también nuestra sociedad) se quedaron sólo con el cumplimiento externo. En su lugar, el Señor se preocupa es del corazón.
El pecado del adulterio nace en lo profundo del corazón, y puede que conduzca a acciones, o no. Este pecado es sutil, en cuanto a que se piensa que con no realizar el acto eso es suficiente para estar bien. Por último, es evasivo, porque se busca echarle la culpa a otros, y no se reconoce la culpa propia.
La liberación que nos da el Señor Jesucristo exige dejar de lado cualquier cosa que nos lleve al adulterio. La expresión exacta es "si tu ojo te es ocasión de caer, sácalo". La enseñanza es que se deje cualquier cosa que lleve al adulterio, lo que sea. El alma de cada persona es más importante.
Pasaje central: Mateo 5:27-30
27 Oísteis que fue dicho: No cometerás adulterio. 28 Pero yo os digo que cualquiera que mira a una mujer para codiciarla, ya adulteró con ella en su corazón. 29 Por tanto, si tu ojo derecho te es ocasión de caer, sácalo, y échalo de ti; pues mejor te es que se pierda uno de tus miembros, y no que todo tu cuerpo sea echado al infierno. 30 Y si tu mano derecha te es ocasión de caer, córtala, y échala de ti; pues mejor te es que se pierda uno de tus miembros, y no que todo tu cuerpo sea echado al infierno.