Crisis, las tenemos por todas partes, y la pregunta es cómo enfrentarlas. Parte de la respuesta la encontramos en el libro de Daniel. El rey Nabucodonosor había escrito un edicto dando la orden de matar a todos los sabios en la ciudad de Babilonia, incluido a Daniel y a sus amigos.
Daniel actúo diferente a los demás, poniendo su mirada en Jesucristo, y así tenemos que hacer nosotros. Daniel habló con sabiduría y no perdió el dominio propio ante el capitán encargado de ejecutar la orden del rey. Pero, por sobre todo, Daniel puso su confianza en Dios para actuar.
A su vez, Daniel le contó el problema a sus amigos y pidió que oraran por él. De esta manera se evitó la muerte de muchos. Daniel fue piadoso y nosotros debemos serlo también, debemos habituarnos a acudir a Dios, y ser mansos, más que como Daniel como Jesucristo, nuestro salvador.