“Cazadnos las zorras, las zorras pequeñas,
que echan a perder las viñas;
Porque nuestras viñas están en cierne.” Cantares 2:15
Hay cosas malvadas en nosotros, las cuales debido a nuestro mal discernimiento del pecado las consideramos pequeñas, las consideramos no peligrosas, y como hasta parte de nuestro carácter, y entonces no les damos el trato requerido; y cuando nos damos cuenta, ya han hecho un desastre en nuestra vida espiritual. Un poco de levadura leuda toda la masa, dice el Señor. Veamos unos ejemplos:
- Hay personas que no son adulteros ni fornicarios practicantes, pero no ven mal observar escenas pornográficas o mirar con deseo a otra persona. Una “simple mirada”… una zorra pequeña llevó a David al adulterio físico, luego al homicidio, al desastre familiar y hasta al sufrimiento a toda una nación.
- Hay personas que no se atreverían a robar grandes cantidades de dinero, pero no ven mal dejar de pagar 100 pesos en la tienda, o coger una moneda, un dulce, o una frutica del vecino. Judas, quien cargaba la bolsa del dinero, no robaba grandes cantidades, pero terminó vendiendo al Señor.
- No seriamos capaces de asesinar a alguien, por lo menos así pensamos, pero almacenamos pequeños resentimientos, envidias. Caín también comenzó por ahí y terminó matando a su hermano.
Si Dios dice que el salario del pecado es la muerte y para remediar este problema, que no podemos solucionar, se requirió obligatoriamente la venida de Cristo, entonces no existe pecado pequeño ni estado de él en que sea menos peligroso.
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