Preocupación de la época, los falsos maestros existieron, existen y existirán a través del tiempo. La vida espiritual es una batalla, pero Dios quiere que aprendamos a madurar, para poder luchar contra doctrinas extrañas, destructivas engañosas. Dios nos da las herramientas para hacerlo, Su palabra. Eran Pastores, Obispos, Maestros y Ministros que sutilmente llegan a las Iglesias, parecen cristianos, pero con sus vidas lo niegan, no dan fruto. Debemos estar prevenidos, alerta, pues van a tener éxito. Nuestra responsabilidad es estudiar, conocer y confrontar todas sus enseñanzas con la Biblia. Todos los que buscan con sinceridad la verdad pueden encontrarla para no estar confundidos. Pero ellos serán condenados por Dios.