Pastor Joel Zartman, 29 de abril de 2012
Pablo nos enseña en este pasaje a respetar las opiniones diferentes o puntos de vista de los demas cristianos, siempre y cuando no sean diferencias Doctrinales.
Habla de los cristianos débiles y los fuertes en la fe. Esto tiene mucho que ver con el conocimiento, entendimiento y profundidad que tiene cada uno de las Escrituras, o sea de la madurez cristiana. El cristiano tiene libertad, pero no para ofender, imponer o juzgar a los demás según el conocimiento que tiene de la palabra de Dios. Por el contrario, Pablo nos manda a recibir al débil en la fe y este a que no juzgue al fuerte, poniendo en práctica el Amor Cristiano y el soportarnos unos a otros.