Hola querido hermano(a).
Es importante preguntarnos: ¿estamos respondiendo al llamado insistente de Dios?
Tal como lo experimentó el pueblo de Judá ante el insistente llamado de Dios a través de sus profetas, llegó juicio y justicia por su desobediencia, pero también llegó la promesa en Jesucristo.
Es importante cuestionarnos y ver que a través del llamado insistente de Dios viene la promesa, y por ende la salvación eterna de nuestras almas.
El pasaje para hoy es Salmo 139:7-12 ¿A dónde me iré de tu Espíritu? ¿Y a dónde huiré de tu presencia? Si subiere a los cielos, allí estás tú; y si en el Seol hiciere mi estrado, he aquí, allí tú estás. Si tomare las alas del alba y habitare en el extremo del mar, aun allí me guiará tu mano, y me asirá tu diestra. Si dijere: Ciertamente las tinieblas me encubrirán; aun la noche resplandecerá alrededor de mí. Aun las tinieblas no encubren de ti, y la noche resplandece como el día.
Bendiciones en Cristo.