Dios sigue anunciando las buenas nuevas a su pueblo, a Israel, la nación escogida. El texto sigue hablando en futuro, porque Dios no solo sabe qué va a pasar más adelante, sino que lo ha decretado, y por tanto ocurre tal como lo dice. Por ejemplo, está la mención del rey Ciro.
El capítulo 61 habla de Cristo, que fue enviado al mundo para proclamar el año de la buena voluntad de Dios; sin embargo, si usted no cree, el Señor esconderá su rostro de usted. A los que creen les espera la gloria. Cristo ya pagó, obtuvo la redención eterna, para que andemos en la luz.
El capítulo 60 presenta a Dios como actor principal de todas las cosas. Dios hará y hace, lo muestra ejecutando las acciones. El Señor compró un pueblo y el porvenir es maravilloso, como muestra Isaías del 60 al 65. Cristo llevó el pecado de muchos, nos dio gracia cuando éramos pecadores.