Libranos del mal
Pastor Augusto Ramírez, 27 de septiembre de 2015
Esta última petición se refiere a la protección en medio de las pruebas. Ahora, hay que distinguir entre prueba y tentación. La primera viene de Dios, mientras que la segunda proviene de alguno de los tres enemigos del cristiano: satanás, el mundo y la carne. De estos, el peor es el último, es decir, nuestro propio corazón.
La prueba es enviada por Dios para fortalecernos, como ocurrió con Abraham cuando Dios le pidió su hijo. Cuando no se pasa la prueba, como resultado aparece la tentación. Por ejemplo, recuérdese el caso de Pedro, quien no pudo velar y orar, antes de la muerte de Cristo, lo cual terminó en negar al Señor tres veces.
Cada circunstancia en la vida del cristiano es una prueba, pero, ¿cuál es nuestra respuesta a las pruebas? Debe ser someternos a Dios, a Su palabra. Las escrituras dicen que Dios es fiel y no nos dejará ser tentados más allá de lo que podemos resistir. Esto significa que el Señor nos envía pruebas a nuestra medida.
Pasaje central: Mateo 6:13 Reina-Valera 1960 (RVR1960)
13 Y no nos metas en tentación, mas líbranos del mal; porque tuyo es el reino, y el poder, y la gloria, por todos los siglos. Amén.