La preocupación es incompatible con la fe - 1
Pastor Augusto Ramírez, 13 de marzo de 2016
Es una realidad que el estar preocupado impide servir al Señor adecuadamente. Aun así, hay algunas cosas por las cuales es conveniente preocuparse, como por los demás, o por la iglesia, pero la mayoría de las razones no son legítimas, por ejemplo las riquezas u otros afanes comunes de esta vida.
El hecho de que el Señor Jesucristo nos ordene que no debemos afanarnos hace que el estar preocupado se convierta en un pecado. Preocuparse es, en últimas, no creer en Dios, es desconfiar de sus promesas. La ansiedad entonces es uno de esos pecados "respetables", como diría Jerry Bridges.
Hacia el final del sermón se plantea un procedimiento para enfrentar la preocupación, el cual consiste en contestar a tres preguntas claves. En resumen, ocúpese del presente, y deje a Dios el futuro. Pero por favor, si usted no ha creído en Cristo sí que tiene por qué preocuparse, acérquese al Señor, crea en Él.
Pasaje central: Mateo 6:25-34 Reina-Valera 1960 (RVR1960)
25 Por tanto os digo: No os afanéis por vuestra vida, qué habéis de comer o qué habéis de beber; ni por vuestro cuerpo, qué habéis de vestir. ¿No es la vida más que el alimento, y el cuerpo más que el vestido? 26 Mirad las aves del cielo, que no siembran, ni siegan, ni recogen en graneros; y vuestro Padre celestial las alimenta. ¿No valéis vosotros mucho más que ellas? 27 ¿Y quién de vosotros podrá, por mucho que se afane, añadir a su estatura un codo? 28 Y por el vestido, ¿por qué os afanáis? Considerad los lirios del campo, cómo crecen: no trabajan ni hilan; 29 pero os digo, que ni aun Salomón con toda su gloria se vistió así como uno de ellos. 30 Y si la hierba del campo que hoy es, y mañana se echa en el horno, Dios la viste así, ¿no hará mucho más a vosotros, hombres de poca fe? 31 No os afanéis, pues, diciendo: ¿Qué comeremos, o qué beberemos, o qué vestiremos? 32 Porque los gentiles buscan todas estas cosas; pero vuestro Padre celestial sabe que tenéis necesidad de todas estas cosas. 33 Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas.
34 Así que, no os afanéis por el día de mañana, porque el día de mañana traerá su afán. Basta a cada día su propio mal.