Oir y hacer
Pastor Augusto Ramírez, 4 de septiembre de 2016
Recuérde que el Sermón del monte está dirigido a los creyentes, y aquí, en el final del sermón se alerta del peligro de construir sobre la arena, lo cual, sin saber, podríamos estar haciendo. Por tanto, es bueno auto examinarnos, para ver dónde estamos construyendo. Para construir sobre la roca se debe comenzar escuchando, y como resultado se debe actuar.
La indicación hacer representa obedecer a Dios, pero hay que tener en cuenta que no se obedece para ganar méritos para la salvación, sino que esto se hace como muestra de que nos hemos rendido ante el Señor. Una garantía de ser salvos es tener una vida de obediencia. Así, esta se constituye en un fruto de la vida cristiana que se debe buscar.
Se repasa, además, todo el sermón del monte, para ver la importancia de la obediencia. Para que cada uno mire si ha aplicado cada una de las instrucciones de este sermón. Nuestro Señor Jesucristo fue el primero (y el único) en cumplir todo lo que dice el sermón, obedeció perfectamente al Padre. El ver el salvador que tenemos debería producirnos santo temor.
Pasaje central: Mateo 7:24-29 Reina-Valera 1960 (RVR1960)
24 Cualquiera, pues, que me oye estas palabras, y las hace, le compararé a un hombre prudente, que edificó su casa sobre la roca. 25 Descendió lluvia, y vinieron ríos, y soplaron vientos, y golpearon contra aquella casa; y no cayó, porque estaba fundada sobre la roca. 26 Pero cualquiera que me oye estas palabras y no las hace, le compararé a un hombre insensato, que edificó su casa sobre la arena; 27 y descendió lluvia, y vinieron ríos, y soplaron vientos, y dieron con ímpetu contra aquella casa; y cayó, y fue grande su ruina.
28 Y cuando terminó Jesús estas palabras, la gente se admiraba de su doctrina; 29 porque les enseñaba como quien tiene autoridad, y no como los escribas.