Si hay un pasaje que ataque directamente el orgullo humano, y que muestre la necesidad que como hombres tenemos de Dios, este es Romanos 3. ¿De quién habla cuando dice que no ni aun uno? De nosotros, así es. Nos enseña que dejemos de confiar en nosotros, y nos indica que miremos hacia el Señor, y que clamemos a Él, porque la salvación sólo viene de Él. Escuche detalles importantes acerca del tema en este sermón.