Pero, ¿por qué no celebrarla de una manera diferente este año?
¿Para qué los mismos guayabos, remordimientos y dineros mal gastados de otros años? Sí, este año haga algo fuera de lo normal. ¿Qué tal, por ejemplo, regalar a un amigo sin trabajo todo lo que gastaría normalmente en cervezas y licores? ¿le parece que sería harto pasar la Navidad sin tomar? Pruebe a ver. Puede que el contentamiento de haber ayudado a un amigo sobrepase lo otro. O, invente otras maneras para ayudar. Las palabras de Jesucristo siguen vigentes: Más feliz es dar que recibir. ¿Para qué pensar tanto en uno mismo?
Siempre es provechoso seguir los consejos de Jesucristo. Él es el Salvador en todo sentido. Fue el anuncio del ángel en la primera Navidad: “Os ha nacido hoy...un Salvador que es Cristo el Señor”. Sí, Salvador y Señor. ¡Qué bueno cuando Él manda! Manda siempre lo bueno. Sobre todo, manda creer en Él para perdón de pecados, pues el pecado es lo que daña la Navidad y daña todo. ¿Sabe qué quiere decir creer en Jesucristo y tener la paz con Dios? Celebre la Navidad buscando la respuesta.