Un nuevo estudio, un estudio profundo de la Biblia, podría librarnos de una fe y de una predicación tan distorsionada. Si escuchamos la Biblia, nos enseñará cómo creer el evangelio y cómo predicarlo. En cuanto a creerlo, seremos llevados a postrarnos ante un Salvador soberano quien realmente salva, y a alabarle por una muerte redentora, la cual hizo cierto que todos aquellos por quienes él murió llegarán a la gloria.