Reseña del libro. ¡Qué libro más lleno de consolación y esperanza! Es un ejemplo del tremendo valor práctico de la teología presentada en sus plenas dimensiones bíblicas.
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Confiando en Dios aunque la vida duela
Jerry Bridges, publicado por Centro de Literatura Cristiana
Is. 26:3 “Tú guardarás en completa paz a aquel cuyo pensamiento en ti persevera, porque en ti ha confiado”. Las palabras del profeta Isaías resumen de manera maravillosa el contenido del libro de Jerry Bridges que el Centro de Literatura Cristiana publicó en Bogotá. Merecen una felicitación muy especial por sacar a la luz una literatura tan sustanciosa en estos tiempos de múltiples libros, pero de escaso contenido bíblico.
¡Qué libro más lleno de consolación y esperanza! Es un ejemplo del tremendo valor práctico de la teología presentada en sus plenas dimensiones bíblicas.
¿No hemos experimentado todos que es más difícil confiar en Dios que obedecerle? ¡Cuánto pecamos dudando! la angustia y la rebeldía son frutos directos de una deficiencia teológica.
Dios es soberano. Dios es sabio. Dios es bueno. Son los tres puntos principales del libro Confiando en Dios aunque la vida duela. La soberanía de Dios es absoluta; incluye todo acontecimiento por más pequeño que sea. A menudo reconocemos a Dios en ciertas áreas, pero lo perdemos de vista en otras, y en la medida que esto ocurra, nuestra confianza merma. Con abundancia de material bíblico, el autor resalta la gloria de nuestro Dios que hace “todas las cosas según el designio de su voluntad”. ¡Cuidado con intentar encerrar a Dios dentro de las fórmulas humanas de cómo debe ser Él! ¿Gobierna Dios en las cosas malas que suceden? ¿Es aun el pecado, de alguna manera, dentro de su programa? Si no, luego, ¿cómo podemos confiar en un Dios que no domina todo?
No nos es posible discernir siempre la sabiduría de Dios en los eventos confusos y a menudo dolorosos de nuestras vidas. ¿Cómo era que esperábamos entender? ¿Acaso no somos finitos en nuestra comprensión? Dios es Dios, y sólo a Él le compete manejar su mundo. Insistir en que la vida sea siempre cómoda es una terrible muestra de la soberbia humana. A Dios le interesa más nuestra santidad que nuestra comodidad. Por lo regular, nos hace falta el horno de la aflicción para que seamos santos. Nos es demasiado común para nosotros mismos formular el concepto de lo que conviene, para luego esperar que Dios se ponga de acuerdo.
Como Dios es amor, Él busca nuestro bien, pero Él mismo define cuál y cómo es este bien. ¿Dudamos del amor de Dios cuando la vida duele? Si lo hacemos, ¡qué insulto al amor de Dios! La muerte de Cristo que ya pasó, ¿no fue la manifestación mayor del amor divino? Hec. 2:23: “A éste, que fue entregado por el predeterminado consejo y el previo conocimiento de Dios, vosotros matasteis clavándole en una cruz por manos de inicuos.”
Todo pastor haría un favor inmenso para su congregación si insistiera en que cada miembro leyera una y otra vez este libro.
El libro al principio hará surgir una inquietud. Trata de la soberanía de Dios. ¿No hace ella que el ser humano se vuelva perezoso y descuidado? Sepa que así no será. Todo lo contrario. Pues, si Dios es soberano, quiere decir que todas sus criaturas están bajo la obligación absoluta de obedecer su Palabra. Tenemos su Palabra en la Biblia. La Biblia deja muy claro que el ser humano existe para servir a Dios. Tiene que servirle con todo su ser, con todas sus fuerzas, en todo lo que Dios manda y en todo momento. Lo que la Biblia no permite es que el hombre desconozca que para poder actuar, depende de Dios. Dios hace en nosotros todas nuestras obras (Is. 26:12; 29:23; Fil. 2:12,13; 1 Co. 15:10). Esto no cancela la autenticidad de la actuación humana. La Biblia enseña tanto la soberanía de Dios como la responsabilidad del hombre, pero jamás el hombre puede tenerse como coordinado con Dios, sino actuando dentro del marco del decreto de Dios y dependiendo de la vida de Dios. ¿No es esto un misterio? Por supuesto que sí lo es. La Biblia no resuelve el enigma de la relación entre las dos cosas. Es para nosotros, pues, vivir a la luz de ambas verdades porque ambas son bíblicas, ambas son verdades que Dios enseña. Hay muchísimo en esta vida que no comprendemos. No podemos desviarnos ni de los claros mandamientos de Dios ni de la confianza implícita en Él, sólo porque no logramos discernir la lógica de una situación. “He aquí, aunque él me mate, en él he de esperar.” Sí, son palabras de Job 13:15
El libro Confiando en Dios aunque la vida duela es un libro teológico, pero no es un libro complicado. Es más; es un libro de teología práctica. Presenta de forma directa y amena los fundamentos de la confianza en nuestro Padre Celestial y nuestro Salvador Jesucristo. Qué libro más bueno para consolar y fortalecernos en el camino de la vida, una vida que muchísimas veces duele.
Cómprelo ya, devórelo, medítelo, vívalo. Puede comprarlo en su librería cristiana favorita. No es tan costoso como muchos libros actualmente.
¡Nuestra más sincera gratitud a CLC por este libro!
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