El libro es una secuela del libro La Seducción de la Cristiandad, escrito hace varios años, y es a la vez una respuesta a las críticas presentadas en contra de este. Más que todo, los críticos acusaron al autor de citar fuera de contexto las enseñanzas que censuraba.
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Reseña del libro: Más allá de la seducción
Del autor David Hunt
El libro es una secuela del libro La seducción de la cristiandad, escrito hace varios años, y es a la vez una respuesta a las críticas presentadas en contra de este. Más que todo, los críticos acusaron al autor de citar fuera de contexto las enseñanzas que censuraba. Por eso el autor vuelve a la investigación. En lugar de cambiar de postura, se queda convencido de que sus censuras eran contra enseñanzas nada bíblicas, y enseñanzas entendidas tal como sus autores las presentan.
Como indica el título del libro, el propósito del autor es señalar cómo no ser llevado en pos de vanidades. Recomienda nada menos que la permanencia en la fe una vez dada a los santos, sin los aditivos de las filosofías y las prácticas muchas veces y tristemente importadas al cristianismo del paganismo. Habla de la suficiencia de Jesucristo. Muestra que el hecho mismo de ser nuevas las tantas enseñanzas ahora de moda, las desautoriza. Las tendencias nuevas detraen del evangelio bíblico, y llevan a confiar en el hombre y las técnicas humanas o diabólicas. ¡Qué triste es que tantos dirigentes evangélicos, pese a las claras advertencias que el autor hace, sin embargo, siguen empecinados en las novedades actuales que prácticamente han escondido el evangelio glorioso de la gracia de Dios en Cristo, el que es nuestra absoluta suficiencia! Hay dirigentes que sencillamente rehúsan leer libros como este, porque de antemano están convencidos de que toda crítica como esta es un ataque contra la obra del Espíritu de Dios. Como que muchos han perdido de vista que nuestra autoridad para juzgar todo y retener lo bueno es la Palabra escrita de Dios, la fe una vez dada a los santos. A la vez, es importante consultar dos criterios que han servido por lo menos para evaluar una enseñanza:
• Si tiene respaldo de la iglesia a través de los siglos, el criterio histórico. En el libro que estamos reseñando, las citas de autores respetados a través de los siglos son numerosas.
• Si conduce a la santidad. Sin duda con las nuevas modalidades, ha habido un crecimiento numérico y a la vez un cierto fervor religioso, pero es dudoso si esto indica un auténtico crecimiento espiritual y una verdadera santidad.
Estos dos criterios no son absolutos, pero son importantes de todas maneras.
El libro que estamos comentando es una obra de investigación sólida, pues conoce muy bien lo que critica y el evangelio de Cristo que recomienda. Examina no sólo las prácticas esotéricas como es la palabra de fe y la visualización, sino también y con mucho detenimiento la sicología popular no cristiana, la cual ha querido introducirse en la iglesia como complemento si no como sustituto de la obra del Espíritu de Cristo.
A veces el autor hace tantas críticas de lo mismo que la lectura se vuelve repetitiva, pero si es una falta, quizás sea una falta necesaria para lograr que los lectores presten atención a la triste realidad en la iglesia evangélica contemporánea.
De vez en cuando en la escatología del autor se entromete innecesariamente, la idea de que las enseñanzas falsas del momento indican seguramente nuestras cercanías al día final. Puede ser que sí, pero puede ser que no. Ha habido otras épocas de grandes apostasías por razón de pesadas supersticiones y grandes aberraciones por razón de grandes herejías, y aún no llegó el fin. Que Cristo venga pronto para ser glorificado en sus santos, así es nuestra oración. Mientras tanto, miremos que nadie nos engañe por medio de filosofías y huecas sutilezas según las tradiciones de los hombres, conforme a los rudimentos del mundo, y no según Cristo, en quien habita corporalmente toda la plenitud de la Deidad.
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