“Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad.” Filipenses 4:8 (Foto: Alex Dawson/Flickr)
“La información es poder” defienden muchos por ahí, argumentando que el conocimiento nos entregará innumerables ventajas y de algún modo, nos hará gozar de cierta libertad; esta sensación rápidamente puede tornarse cuestionable cuando dicha necesidad de permanecer constantemente informados empieza a convertirse en nuestro ídolo, un dios falso que no solo absorbe como esponja nuestro tiempo, sino que además, nos promete una verdad que no puede garantizarnos, debido a las múltiples noticias falsas que se reproducen por doquier y que terminan generando en nosotros más incertidumbre y ansiedad, que bienestar y libertad.
Así es como en medio de esta pandemia, en un mundo en el que la información instantánea abunda, debemos aceptar que de algún modo como iglesia, estamos dejando que nuestros corazones sean “info-xicados”, mas no solo eso, sino que al vernos necesitados de acudir una y otra vez a dicho ídolo, es muy seguro que estemos teniendo que sacrificar, consciente o inconscientemente, actividades vitales para nuestra alma como lo son la lectura de la Biblia, la oración, nuestra fe y nuestra paz.
¡Cuidado! no estoy diciendo con esto que el cristiano deba abstraerse de la realidad, ni que deba vivir de manera ignorante o incauta !No¡, pero aún algo lícito, como lo es el acceso a la información y a las noticias, debe tener en el creyente su debida medida, porque si llegamos a descubrir que aquella actividad lícita empieza a esclavizarnos o de algún modo a socavar nuestro gozo cristiano, debemos entender entonces que muy probablemente se ha convertido en un ídolo peligroso al que inmediatamente debemos combatir.
En una circunstancia tan difícil e incierta como la actual, debemos ser conscientes de que nuestra confianza no debe reposar en la información que el mundo nos provee, aun cuando sea verídica, porque es imposible para nuestras almas hallar seguridad fuera de Cristo y de su Palabra. Por esta razón es que en todo lo que dice Filipenses 4:8 es en lo que debemos pensar, invirtiendo nuestro esfuerzo y tiempo, en todo lo que Dios es, en todo lo que Él hizo, en todo lo que Él hace y en todo lo que Él hará por su pueblo. Satura tu mente de Él. Preocúpate por llenar tu corazón y tu casa de estos principios santos y vive así, en la realidad, puesta dentro del contexto de alguien que cree en Cristo como su Todopoderoso Señor y Salvador.
¡En esto pensad!
- ♦ -