De todo lo que hemos tratado, no olvide que según las Sagradas Escrituras, el matrimonio es en todo y ante todo un compromiso con Dios, en todas sus dimensiones y en todo lo que cada dimensión implica. Dios se preocupa por todo, por ejemplo en lo que concierne al bienestar de los pactantes y en la descendencia de ellos. Todo está debidamente planeado, según sus propósitos.
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