Así como Jesús cuando vino a la tierra como hombre, y no pensó en sí mismo, cada cristiano se debe a su prójimo, más que así mismo. Por la obra de Cristo, los cristianos son llamados a ser embajadores de paz, mediante la predicación del evangelio. Pero si vamos a llevar las buenas nuevas de Dios, el evangelio, es un deber estar preparados.
El apóstol Pablo en el pasaje, además, muestra la preocupación que tiene por la iglesia de Roma, la cual él no fundó, y por llevar una ofrenda de una ciudad a otra, y en fin, tiene muchas razones para estar contento por el trabajo que hizo. Igual puede pasar con la iglesia local, contenta de tener logros, pero qué dice Pablo enseguida.
"Cuando vaya a España,..." En medio de tantas cosas que hizo para la iglesia, Pablo muestra la preocupación constante por los que no han escuchado el evangelio. Cada uno de nosotros podemos encontrar cuál es nuestra España, entendida esta como una figura que alude al prójimo que aún no ha escuchado del Señor. España puede estar muy cerca.