El rey nabucodonosor se despertó inquieto. Tuvo un sueño y ahora quiere que se lo interpreten, pero hay un problema, no se acuerda del sueño. Esto desató una serie de eventos que nos muestran cómo es el carácter y las decisiones de alguien que no tiene a Dios en su corazón.
El rey puso su confianza en los intérpretes y no buscó a Dios. Al extenderse esta reacción, puede decirse que el impío pone su confianza en lo creado y no en Dios; tampoco le importan los medios que utilice para alcanzar su fin. Nabucodonosor llegó hasta a amenazar de muerte a muchos.
Nabucodonosor, en su ira, mandó a que mataran a todos los sabios de Babilonia, incluso los que no habían estado en presencia del rey, y esto incluía a Daniel y a sus amigos. Las decisiones de un impío van de acuerdo con su carácter, debemos evitar la asociación con este tipo de personas.