Algunos de los hombres más ricos del mundo tienen fundaciones o hacen donaciones cuantiosas para ayudar a mitigar algunos de los problemas que aquejan a la humanidad. A su vez, algunos científicos trabajan en mejorar tratamientos médicos, por ejemplo, con nanobots.
Lo anterior forma parte de la gracia común de Dios hacía los hombres, así como lo es la promesa de Dios que hizo luego del diluvio de no detener la siega ni la sementara. En contraste está la gracia especial, mediante la cual se recrea al hombre con fe para ser llevado a la gloria de Dios.
La gracia común apareció en el tiempo de Nabucodonosor: reveló y dio la interpretación del sueño del rey, para que este no ejecutara su edicto de muerte. Así como reveló el misterio del sueño del rey, hoy nos revela un misterio más grande: por amor, Él envió a su Hijo a morir por pecadores.