Pastor Joel Zartman, 17 de abril de 2011
Dios, en su gracia, en el huerto del Edén, le da al hombre provisión, y solo una prohibición, esto para recordarle de la dependencia de su creador y que no se olvide que es criatura y que necesita de Él. Sin embargo, el hombre lo abusó y caímos. Desde entonces, Dios busca rescatarlo para que escape de la condenación de la muerte eterna, y en su amor envía a su único hijo, Cristo, quien es el árbol de la vida, y de quien por fe necesitas comer y creer, para perdón de tus pecados y salvación de tu alma.