Los sufrimientos y las glorias de Cristo
Pastor Augusto Ramírez, 7 de agosto de 2016
En este pasaje el Señor Jesucristo predice su propia muerte, por tercera vez. Lo hace con más detalle que las otras veces. Es muy evidente que Él conocía todo el sufrimiento por el que habría de pasar, pero no así sus discípulos, quienes pensaban más bien en la gloria y el poder que podrían obtener en el cielo.
El versículo 17 indica que Cristo sabía lo que estaba haciendo, lo que ocurría era parte de un plan. Todo lo hizo para que se cumpliese lo dicho acerca de Él en las escrituras. Con frecuencia, cuando se ve a Jesús se ve su gloria, pero también hay que ver el sufrimiento, el cual debe nombrarse más bien en plural: sus sufrimientos.
Cristo sintió dolor por la traición, por el rechazo, por la humillación, por la acusación falsa, por la muerte, entre otras cosas. Todo esto lo debía pasar para llevarnos a Dios. Pero, la cúspide del poder de su sufrimiento es la resurrección. Como Él, deberíamos estar listos a sufrir. La muerte de Cristo es vida para nosotros, a Él la gloria.
Pasaje central: Mateo 20:17-19 Reina-Valera 1960 (RVR1960)
17 Subiendo Jesús a Jerusalén, tomó a sus doce discípulos aparte en el camino, y les dijo: 18 He aquí subimos a Jerusalén, y el Hijo del Hombre será entregado a los principales sacerdotes y a los escribas, y le condenarán a muerte; 19 y le entregarán a los gentiles para que le escarnezcan, le azoten, y le crucifiquen; mas al tercer día resucitará.