La Biblia muestra ejemplos de lloro apropiado, como Abraham cuando murió su esposa, o algunas ocasiones con David, y por su puesto está el profeta Jeremías. También hay ejemplos de lloro inapropiado, como Acab, por codicia, o Amnón, por lujuria. El lloro, por el cual un cristiano puede ser bienaventurado, está relacionado con la tristeza por el pecado, la cual produce arrepentimiento, como Pedro, luego de que negó a Jesús. Lo invitamos a escuchar más sobre este tema.